El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta una exposición que explora la relación de dos grandes creadores del siglo XX: Pablo Picasso y Gabrielle Chanel, volviendo a reunir arte y moda en un nuevo proyecto expositivo.
Picasso y Chanel colaboraron profesionalmente en dos ocasiones, ambas con Jean Cocteau: en Antígona (1922) y en el ballet de Serguéi Diághilev El tren azul (Le Train Bleu, 1924). Se habían conocido en la primavera de 1917, seguramente a través del propio Cocteau o de Misia Sert. La diseñadora entabló con ambos una larga y duradera amistad que la introduciría en el círculo del pintor español. A partir de entonces, Chanel frecuentará al matrimonio de Olga y Pablo Picasso, coincidiendo con la activa participación del artista en los Ballets Rusos de Diághilev. La creadora llegó a estar muy relacionada con el mundo artístico e intelectual del París de la época, hasta el punto de afirmar: “son los artistas los que me han enseñado el rigor”.
La muestra reúne una excepcional selección de vestidos, óleos, dibujos y otras piezas procedentes de museos y colecciones americanos y europeos, entre los que destacan por su generosa colaboración Almine y Bernard Ruiz-Picasso, Patrimoine de CHANEL y el Musée national Picasso de París.
El recorrido por las salas se organiza en cuatro grandes secciones que se suceden en orden cronológico y que abarcan, aproximadamente, las décadas de 1910 y 1920:
El cubismo y elestilo Chanel presenta la influencia de este movimiento en las creaciones de Chanel ya desde sus primeros e innovadores diseños: el lenguaje formal geometrizado, la reducción cromática o la poética cubista del collage se traducen en trajes de líneas rectas y angulosas, en su predilección por las masas de color, por el blanco, el negro y el beige, y en la utilización de tejidos humildes.
Olga Picasso, el segundo capítulo, está dedicado a los numerosos y bellos retratos que Picasso realizó de su primera mujer, la bailarina rusa Olga Khokhlova, devota clienta de Chanel; junto a ellos, algunos vestidos de este periodo inicial de la diseñadora francesa, de los que se conservan escasos ejemplos.
Antígona, adaptación moderna de la obra de Sófocles realizada por Cocteau y estrenada en París en 1922, con decorados y máscaras de Picasso y vestuario de Chanel que vuelven a reunirse en este capítulo para mostrar su común inspiración en la Grecia clásica.
El tren azul es el título del cuarto apartado y del ballet producido por Diághilev en 1924, con libreto de Cocteau inspirado en el deporte y la moda de baño; Dos mujeres corriendo por la playa (La carrera), un pequeño gouache que Diághilev descubrió en el taller de Picasso, se convirtió en imagen para el telón de la obra, mientras que Chanel, entusiasta deportista, creó trajes para los bailarines inspirados en modelos deportivos diseñados para ella misma y para sus clientes.
La puedes visitar en Madrid, Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, del 11 de octubre de 2022 al 15 de enero de 2023.
Tarifas: Entrada única: Colección permanente y exposiciones temporales.
– General: 13 €
– Reducida: 9 € para mayores de 65 años, pensionistas y estudiantes previa acreditación; Grupos (a partir de 7): 11 € por persona.
– Gratuita: menores de 18 años, ciudadanos en situación legal de desempleo, personas con discapacidad, familias numerosas, personal docente en activo y titulares del Carné Joven y Carné Joven Europeo.
Images: Living Backstage.