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¿Ya es Navidad?

Press days de Navidad, presentaciones de Navidad, convocatorias para celebrar la Navidad. Esta época parece ya más el día de tu boda que otra cosa. Qué estrés con la Navidad y acabamos de recibir a Noviembre con un calor hasta hace nada propio de verano.

Yo cuando realmente me quedé impactada por este adelanto fue en mi viaje a México. Recuerdo en unos grandes almacenes de Acapulco en pleno septiembre cientos de árboles y papa noeles por metro cuadrado. Y yo me paseaba en bikini intentando buscar un autobronceador porque de tanto echarme se me había acabado el mío. Recuerdo decir al lado de una bola de nieve eso de ¿perdone tiene protección 50? Me he quemado en la playa. Muy surrealista todo. Y ahí estaba Papa Noel bailando a la par eso de Jingle Bells.

O como decíamos el otro día, va a llegar el black friday y ni hemos comprado un solo jersey. Desde luego el comercio este año tendrá seguramente huracán de pérdidas. El caso es que cada año lo de la Navidad inunda más rápido los comercios. Como decía al principio es como un poco el día de tu boda. Un ansia por tener todo, un ansia porque llegue, una expectación, un… todo. Y luego en realidad son 15 días.

Que sí, que son muy bonitos pero para empezar te tienes que hacer con un kit para la casa impresionante y yo la primera. Me gusta ver la casa decorada de Navidad pero ponerlo en Noviembre me parece desproporcionado. Yo entro a una tienda y vale que tienen que vender pero juro que veo un árbol ahora mismo a día de hoy y me dan ganas de gritar a modo José Mota ‘ande vas’. Un poco a la vieja del visillo.

Pero es que os prometo que me agobia ese afán consumista como si en 15 días cambiásemos no sólo de año sino de vida. Pijamas de Navidad para los niños de Papa Noel, gorros de renos, cinco mil objetos decorativos que hacen que tu casa parezca una mezcla entre Disneyland y Portaventura… A mí me encanta la Navidad que quede claro, me fascina pero cada día veo más exceso en todo y al fin y al cabo es lo que digo tantas veces sobre la simpleza de las cosas. No hace falta tener todo y de todo aunque hay muchas cosas que son pequeños detalles que morimos de ilusión, yo fui la primera en comprarle un pijama de reno a mi sobrina pequeña sólo digo que a veces hay que poner la cabeza encima y no caer en el exceso de consumo.

Porque es cierto que cada día hay más cosas y realmente no creo que por eso seamos más felices. Cuando yo era pequeña no existía ni la mitad y recuerdo que llegaba esta época y me volvía loca, en realidad como todos los niños. Pero ¿no os pasa ahora que tenemos tantas cosas durante el año que la Navidad no es esa época soñada? En parte… porque es cierto que nadie duda que es una fecha especial pero me refiero a lo material. Ahora reconoce que te cuesta más pedir ese regalo que te haría ilusión ¡y alcanzable! Son sensaciones y esa es la mía. No con más es más feliz uno y a mí los detalles me vuelven loca de felicidad.

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Images: Pinterest

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