Últimamente ando un poco zombie por la vida. Concretamente hace unos días desde que supe, como España entera, que hay gente que es el infierno en la tierra.
No daré más calificativos más que nada porque la mamá de Gabriel no quiere que el asunto se desvíe a demonios que no lo merecen. Pero en fin, diría de todo, como todos. Qué lección de humanidad nos ha dado esa madre, lo pienso y solo puedo llorar.
Esta claro que este caso es algo que ha conmovido a España entera pero tengo, por norma general, unos niveles de susceptibilidad altos, cada vez que lo veo lloro sin parar. Quizá por eso no me he pronunciado todavía por aquí con el tema porque del nudo que tengo no puedo ni escribir.
Me parece que también está bien contar que hay gente que es más sensible a las cosas que pasan que otras, no este caso en concreto insisto, es de unos niveles muy fuertes. Escuchaba al profesor del cole del niño decir que cada peque, compañero suyo, lo expresa de una manera, no todos los niños son iguales.
Pero hacía un alto en el camino y decía que tenían un psicólogo que los estaba ayudando pero ojo, resaltaba, no sólo para los niños es que a veces nosotros no podemos explicárselo sin emocionarnos.
Este es un caso como digo que es una inmensidad, no me atrevo a comparar esto con algo porque NO se puede, sobre todo para una madre que es el dolor más fuerte que puede existir, pero ahora mismo hablo de los demás, del resto de personas que hemos visto la tele y hemos llorado desconsoladamente.
Yo normalmente suelo emocionarme con muchas cosas. El otro día veía a una amiga llorar con algo insignificante, se emocionaba recordando una cosa cotidiana y aunque otro hubiese pensado que se le estaba yendo la cabeza a mí me pareció de una pureza tremenda. Hay gente que no nos podemos contener y me harta la frase ‘hay que ser más ¿fuerte?’.
Sí, en algunas ocasiones cuando te ves desbordada me gustaría mucho reaccionar de otra manera pero en la mayoría de las ocasiones me parece algo muy difícil. Más que nada porque hablamos de sentimientos y frenarlos me resulta un ejercicio imposible.
Cómo se hace uno menos empático, me pregunto muchas veces. La vida da palos ¿es en esos momentos? No lo creo, a mí me los ha pegado como a tantos millones de españoles y por eso no he dejado de llorar con determinados temas. Cada uno canaliza como puede.
Es cierto que me considero una persona fuerte, muy fuerte, pero de emociones sensibles y no contenidas. Lo que me ilusiona me vuelvo loca y lo que me da tristeza soy un mar de lágrimas.
No se trata ni de mejor ni de peor son diferentes mecanismos humanos de enfrentarte a las cosas. Me gustaría tomármelo de otra manera porque realmente pienso que tienen más calidad de vida las personas más inmunes a los acontecimientos. En esto creo que estarán de acuerdo los ‘sentidos’ como yo.
De todas maneras, tampoco me preocupa mucho, al fin y al cabo son sentimientos y soy más fan de las personas que los poseen.
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Los sentimientos mueven el mundo❤️