Cuando Pablo López saca un disco al mercado lo primero que uno se percata es de su segunda virtud. Los artistas que cumplen fidelidad a su definición poseen una cualidad, un vínculo emocional con el que escucha. Uno puede cantar, de la forma más exacta que posee pero ha de tener la única violencia llena de belleza que se conoce, que no es otra que la de arrastrar el corazón.
Pablo tiene una capacidad asombrosa para hacer bailar el lenguaje ya sea escrito en Camino, Fuego y Libertad, su nuevo álbum, como en la vida en general. Él rescata de su imaginación aquellas expresiones que puede ordenar en segundos para dejarte el sentimiento más profundo.
Tiene el don de juntar un puñado de palabras que yacen sin rumbo para transformarlas en el mejor camino para el que quiere vivir y el que grita la necesidad de sentir. Porque a diferencia del propio artista, no encuentro la sutileza en describir. Tiene que ser en modo superlativo, una música que te hace sentir vivo.
Sus canciones tienen un hilo conductor de la historia, once vagones con el perfecto maquinista que también es pianista. Hace unos meses la revista Forbes nos invitó a ’30 under 30′ y él, su piano y su actitud encandilaron a la multitud. Era la primera vez que le escuchaba en directo, tras huir de un recinto, que no abocara minoría.
Se rinde ante el que escucha y su cuerpo exclama necesidad de expresar. Acaricia las blancas y negras y golpea rítmicamente el sonido que nadie inventó. El eco de la sala formó parte del asombro, un espacio de pensamientos que levantó al público de los asientos.
No me gustaría calificarlo como el chico de moda porque lleva implícito algo del momento y él es una sucesión de historias que perduran.
Su disco es sublime, rompe silencios y abraza como el que siente frío en invierno, como el que acaricia con una mirada, como el que sabe mantener la calma hasta que llega el amor. Dentro de su propio lenguaje echo de menos una canción, el motor.
Esa no está escrita pero sí existe en los demás. Él es el acelerador de sentimientos, nos conduce hacía la libertad de imaginar. No hace falta decir que el disco de Pablo López es otra obra de arte, que a Picasso le hubiese gustado pintar.
Pablo disfruta creando música, es una obviedad patente en Camino, Fuego y Libertad. Un ser equiparable a ese patio andaluz que brilla de dentro hacia afuera. Un tipo al que admirar no sólo por su música. Una persona que cuando la escuchas nada vuelve a ser lo mismo. Por saber crear belleza y tener la capacidad de mostrar su destreza, con toda la nobleza.
Algunos datos sobre Camino, Fuego y Libertad:
Once nuevos temas, compuestos, grabados y producidos entre UK en The Abbey Road Studios, USA East West Studios (L.A.), Madrid (MG Studios) y Barcelona (Wiked Sound).
Un trabajo nuevo de Pablo López, el más íntimo y emocional de su carrera, acompañado por grandes melodías, arreglos y una composición magistral.
Grabado y producido por Kim Fanlo y la involucración total de Pablo López en esta parte del proyecto, cuenta con grandes colaboraciones de arreglistas y músicos como Aaron Sterling, The London Metropolitan Orchestra conducida por Andrew Brown o Patxi Urchegui en sección de vientos.
Un disco que le llevará de gira por España a partir de Febrero y con la que también esta batiendo récords, en apenas dos horas agotó las entradas de Madrid, y apenas unos días después Barcelona, Valencia, Girona, Sevilla y Roquetas de Mar.
“El patio” es el single presentación de este nuevo y esperado trabajo de Pablo López, una nueva canción que ya ha coronado en su lanzamiento los charts de iTunes canciones (#1), iTunes videoclips (#1), videos del momento en you tube Vevo (#1), spotify virales (#1), y lista de canciones oficial en España Fulltracks (#1).
El patio: “Una canción sin techo. Una búsqueda de la libertad genuina y perdida con el disimulo de la madurez. Cuando uno tiene que desnudarse definitivamente sólo puede hacerlo con un desgarro, y eso es está canción. A veces se piensa para escribir y a veces se grita sin pensar.” Afirma Pablo López
El videoclip cuenta ya con 3MM de views y es una pieza audiovisual extraordinaria, digna de galardones por méritos propios, con un fuerte concepto artístico y conceptualmente desarrollada por el propio Pablo López, cuenta con colaboradores de excepción como Javier Cámara, Pablo Motos, Malú, Fernando Tejero, JUAN Betancourt, Ana Milán o Manuela Velles.
Rodada en Madrid por el director Gus Carballo, Pablo Hernández como director de fotografía y la productora The Panda Bear.
Primeras fechas de gira confirmadas #TourSantaLibertad
Images: Universal Music, Actúa C, Living Backstage.