¡Buenos días! Sí, mi cabeza sigue en la fiesta Moet&Chandon. Ya sé que no se escribe del todo así y le falta la diéresis pero llevo peleando media hora para encontrarla en el teclado del ordenador. Es que ya estoy viendo eso de noooooo seee escriiiibe asíiii.
Lo sé, lo sé, tranquilidad. Broncas ortográficas a un lado tengo que decir que no conocía el sitio en el que se organizó todo este sarao y me encantó. Es el Florida Retiro, obviamente en pleno Parque del Retiro y me apasionó. Vi que al lado tenía un restaurante y tenía muy buena pinta me voy a tener que informar de esto porque lo vi muy buena opción para una cenita. Además en Otoño que está tan bonito… tiene su encanto así que me informaré. Si alguien sabe decirme también lo agradezco. Los que no sois de aquí siempre os lo digo, tomad nota que luego viene muy bien.
Lo que os decía. La noche pasada estuve en la digamos ‘anticipada Nochevieja de Moet&Chandon’. Podemos decir que hacían una especie de celebración del Nuevo Año obviamente brindando con el riquísimo Moet. Llegué puntual y eso que me dio por poner el navegador del móvil, que recuerdo que lo acabo de estrenar y función nueva que veo, función que uso. Fue un obsoluto desastre ¡Me perdí! Y yo jamás me pierdo con el coche, para eso… soy buena. Y pongo el navegador y me pierdo ¿alguien entiende algo? Malditos cacharros además gracias a no utilizarlos le das a la cabeza más que si alguien lo hace por ti así que son todo ventajas manejarte por ti misma.
Lo que os decía, que pese a esto llegué puntual. Unos cuantos invitados iban pasando por la alfombra roja mientras yo me tomaba una copita ¡y trabajaba! No se me olvidó, tranquilos. Mantenía presente la responsabilidad. De la alfombra puedo destacar a uno si queréis. Javier Rey, que interpreta a Mateo en Velvet. Qué hombre más amable y atractivo… me pareció un encanto. Minutos después la estrella de la noche, Bar Refaeli. La modelo era la encargada de hacer la cuenta atrás en la particular noche de Moet y brindar por el año que va a entrar. Me sorprendió no sólo su belleza que era lo más comentado por todos, recuerdo que casi iba sin maquillar… sino su enorme amabilidad. Ser agradable y amable es un punto muy a favor y no ser la mítica estrella y con aire de aquí he llegado yo que es lo que les pasa a muchos. Curiosamente quién más arriba esta y más le ha costado llegar suele ser bastante amable. La que ha llegado rápido y se cree indispensable suele ser bastante desagradable. Así que un 10 para Bar.
Por lo demás deciros que después de trabajar pasé a la fiesta y estuvimos un rato hasta que la responsabilidad por sacar la noticia al día siguiente nos pesaba demasiado pero sí, confirmado, fue otra noche maravillosa de trabajo y diversión. Mil besos en el corazón, mañana más.