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Joaquín Sabina: ‘El momento en el que me he sentido con más éxito y más feliz en mi vida fueron los años de La Mandrágora que compartí con Javier Krahe’

Una de los lugares más emblemáticas de Madrid como es la sala Galileo Galilei ha acogido la presentación de ‘La sonrisa de Krahe’, un disco homenaje a Javier Krahe, un español con apellido alemán que estuvo 35 años tirando de ironía y poesía encima de un escenario y sacó a la venta 15 discos.

Solía decir que ‘la prisa era poco elegante’ y cocinado a fuego lento es como sus amigos han decidido recordarle con un disco póstumo en el que han participado Javier López de Guereña, colaborador íntimo de Javier Krahe durante tres décadas de canciones, Joaquín SabinaEl Gran Wyoming entre otros.

Ellos tres fueron los encargados de presentar este disco-DVD grabado en directo en Galileo Galilei en 2016.

Sabina habló y también cantó una canción inédita que dejó el homenajeado, como explicó Javier: “Krahe hacía cuatro canciones al año y a los tres años sacaba un disco. La prisa no entraba en sus planes”.

El tema en cuestión es ‘Coplas patéticas’ y éste se deshizo en elogios a su amigo… ‘Por extraño que a ustedes les parezca, sin ninguna duda, el momento en el que me he sentido con más éxito y más feliz en mi vida fueron los años de La Mandrágora que compartí con Krahe y todos los viajes que hicimos juntos en un cuatro latas, que aguantó varias vueltas a España’ afirmaba Sabina.

‘Yo siempre he necesitado maestros, siempre me ha gustado estar con gente que sabía más que yo porque era más decente que yo, el mejor que he tenido en mi vida ha sido Krahe por eso me siento especialmente huérfano, todavía me puedo reír con las bromas de Wyoming pero a solas en mi casa, no me río, repasando la canción póstuma a veces ‘se me pianta un lagrimón’ como diría el tango’.

Ha sido el mejor amigo que he tenido nunca, había una palabra que nos gustaba mucho a los dos, era el meterolocutor, que es lo que uno busca en la vida, gente que entienda lo que dices y te conteste con sabiduría. La vida perdió, nos dejó para nuestro consuelo su memoria.’ concluía un sentido Sabina.

A Krahe no le gustaban los grandes recintos, siempre le gustó presentarse en salas pequeñas como la Galileo Galilei de Madrid y por eso sus amigos han vuelto donde él fue feliz y ellos le cantan para recordarle, la única manera, que perdure en el tiempo.

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La Sonrisa de Krahe

La del 20 de noviembre de 2016 fue una noche muy especial. Había pasado un año largo desde el fallecimiento de Javier Krahe y un puñado de buenos amigos, nucleados en torno a sus huérfanos Javier López de Guereña, Andreas Prittwitz y Fernando Anguita, cumplía su objetivo de rendir el tributo que el cantautor y poeta madrileño merecía.

Joaquín Sabina, Javier Ruibal, Dani Flaco, El Gran Wyoming, Pepín Tre, Pablo Carbonell y muchos más se sumaron a la fiesta sobre el escenario de la sala Galileo Galilei, una fiesta que este 22 de febrero se plasma en un CD+DVD que culmina el homenaje. Lo hace bajo el mismo título que aquel concierto: La sonrisa de Krahe.

La sonrisa de Krahe es un CD con aquel concierto y tres temas más. Uno de ellos es el único inédito que dejó Javier antes de morir: Coplas patéticas, interpretado por Joaquín Sabina y los Huérfanos de Krahe, la banda que tradicionalmente acompañaba al cantautor, grabado en estudio en diciembre de 2018.

Y es también un DVD con ese concierto homenaje, realizado y montado por Xavi Fortino,  y con el documental Que valga Krahe, que si no…, de Lupe Alfonso, rodado en Cuba. El CD incluye precisamente dos temas del concierto de La Habana sobre el que pivota este documental, surgido de la amistad que Krahe forjó durante los últimos años de su vida con el rapero con guitarra cubano Kamankola.

“Tenía que ser una fiesta, no un lamento”, rememora el músico López de Guereña, estrecho colaborador de Krahe durante tres décadas. Él mismo es, junto a Carmela Martínez Oliart (ahijada de Javier) y Julio Muñoz, el director de un proyecto que cuenta con todo el apoyo de la familia Krahe, su viuda Annick y sus hijos, Violante y Marco, y cuyo objetivo no era tanto ensalzar su figura y herencia artística como un deber hacia tanta gente que hizo de Krahe su principal referente musical y humano.

Quequé, Barahúnda, Kamankola, Alejandro García, Eva Hache, Quico Pi de la Serra, Juan Manuel Ruiz Pardo, Maleso, Tomasito, David Broncano y Francisco Simón también formaron parte del elenco de la sala Galileo, a los que se suman Fran Delgado y Fernando Bécquer desde el homenaje de Cuba, para completar La sonrisa de Krahe, versión CD, con Marieta, la última canción que Javier interpretó en público: el último bis de su actuación final, 20 días antes de tomarse estas vacaciones eternas.

Aquel otro tributo cubano queda perfectamente plasmado en el documental, que gira en torno al concierto en el Teatro del Museo Nacional de Bellas Artes de enero de 2017, en el que una selección de artistas locales –y algún otro llegado desde España– interpretaron los temas del gran Javier acompañados por los huérfanos. Es la demostración de que la huella de Krahe no conoce fronteras.

Temas como La tormenta, Salomé, Antípodas, En la costa suiza, Como Ulises, Hoy por hoy, Blues del séptimo cielo o Un burdo rumor forman parte del repertorio que sonó en Madrid y La Habana.

Como explican sus amigos, el homenaje que culmina con este CD+DVD es su forma de descongelar esa sonrisa que se cuajó el día de su muerte, una expresión de la admiración a un hombre tan de la calle, tan cáustico con los chauvinismos pueblerinos, tan apegado a la tierra y a la gente de la calle. Tan de Madrid, que diría él.

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Images: Living Backstage, Sony Music

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