Netflix ha celebrado en el Real Teatro de Retiro de Madrid la premiere de La última noche en Tremor. Cientos de invitados pudieron disfrutar del primer episodio de la serie acompañado de la banda sonora original del capítulo en directo, que fue interpretada por la Orquesta de la Comunidad de Madrid (ORCAM), y dirigida por el maestro y compositor Fernando Velázquez.
El director Oriol Paulo, acompañado del reparto de la serie encabezado por Javier Rey, Ana Polvorosa, Willy Toledo y Pilar Castro, fueron los anfitriones de la noche. Junto a ellos también estuvo Mikel Santiago, autor del best-seller homónimo La última noche en Tremore Beach, en el que se inspira la serie.
La última noche en Tremor es el nuevo thriller psicológico del creador y director Oriol Paulo (El inocente, Los renglones torcidos de Dios) para Netflix.
Con uno de sus protagonistas, Javier Rey, estuvimos hablando sobre este nuevo desafío interpretativo en el que el piano le ha dado algún que otro quebradero de cabeza.
-Cuéntanos Javier, ¿cómo vives este estreno tan especial?
-Muy contento y con muchas ganas de que la gente lo disfrute y lo vea. Siento que hemos hecho ocho películas y no ocho capítulos de una serie. Es una serie muy grande que cuenta lo que les ocurre a los personajes con mucha calma y entrega. Hemos estado ocho meses de rodaje, muy duros para todo el equipo pero a la vez ha sido de esos rodajes en los que pasan cosas mágicas y lo que se cuenta va más allá de las expectativas.
-¿Dirías que ha sido tu trabajo más complicado hasta la fecha?
-De los más exigentes seguro, no sé si el más. Oriol es un director exigente y eso es estupendo. Tiene todo lo que le puedes pedir a un jefe cuando trabajas. Que sepa más que nadie. Él ha generado esta historia y a la hora de interpretarla en él he encontrado un amigo y un aliado.
-Sin destripar la serie, ¿Qué nos puedes adelantar?
-En principio es la historia de un compositor de bandas sonoras que tiene una crisis creativa y busca un refugio en un lugar tranquilo para poder encontrar su propia voz y así poder hacer la música que le nace de dentro y no la que le mandan hacer. Pero tras el impacto de un rayo empieza a sufrir una serie de visiones nada buenas para la gente que le rodea y le quiere. Ahí empieza todo y hasta ahí puedo contar.
-Has tenido que estar un año dando clases de piano para interpretar este papel…
-Así es. Ha sido duro y costoso porque no sé solfeo y me ha costado muchísimo. Ya no quiero ver un piano en mi vida pero era necesario porque este personaje no es un pianista cualquiera, es un genio del piano y la dirección de orquesta, que toca el piano desde los cuatro años.
-¿Te has llevado algún recuerdo material del personaje?
-Sí, he pedido su reloj, libretas y apuntes y han tenido la amabilidad de dármelo. Hoy lo llevo puesto en la muñeca.
-¿Cómo fue el rodaje?
-Estupendo, estábamos fuera de casa e hicimos familia. Fue todo muy intenso, siempre cuidándonos los unos a los otros y eso se plasma y se ve en la relación entre los personajes. Lo bueno de este trabajo es que cuando juntas a mucha gente con mucho talento las cosas nunca salen mal. Tuvimos mucho tiempo para ensayar con mucha tranquilidad, eso no se suele dar pero es muy importante a la hora de conseguir buenos resultados. Llegamos al rodaje con todo el trabajo de orfebrería hecho.
Images: Cortesía de Netflix para Living Backstage.