in , ,

Hablamos con Pablo López, de su síndrome de Setdhal a cómo acariciarle el alma un día cualquiera

Pablo López es un artista por derecho pero sin ninguna ley escrita. Anárquico de sentimiento y patriota de todos ellos. Por el camino de la palabra exacta transita su belleza y es que su manera de describir situaciones parecen más ensoñaciones.

Lo básico lo eleva y lo real lo corona, todo a base de canciones, te lo cuenta sin condiciones. Un artista único en su especie, capaz de sentarse en un piano y la gente mano a mano. Hablamos en un atajo, en la radio, en los estudios de Dial, donde está premiado una vez más en una gala que lo eleva al doble galardón, uno por artista y otro por ser el líder del fiestón. Sea como sea, la función con él, siempre está a punto de empezar.

Qué fama tienes en estos premios Pablo…

¿Yo? Mi fama… mucho se dice y no pasa nada (risas).

Agradecido con los Dial, supongo

Encantado, feliz, agradecido y realizado por estar aquí.

Pronto, más exactamente en junio, llegan los conciertos 360 grados, ¿cómo se gestionan esos nervios?

Pues se gestionan mal, los nervios están a la altura del reto, hace seis años que viví cinco noches complicadísimas pero que probablemente sean las más importantes de mi vida o de todos los tiempos dentro de mí ser y donde yo creo que me agarré más a la gente de la historia. Las pesadillas vienen pero que bonito que una pesadilla tenga color de ese bonito.

¿Lo definirías como liberador?

Yo creo que es lo máximo que uno puede hacer, al final, es expresarse en pelota picada, con un piano y para la gente y contarle de dónde vienen las canciones y sobre todo compartir.

Hay que tener mucha confianza en sí mismo supongo, ¿no? 

Sí pero no la tengo conmigo del todo siempre por eso tiro de todas las fuentes de luz y de electricidad que tengo alrededor que son la gente, lo único que me hace estar tranquilo, tener pulsaciones bajas.

¿Tú miras de frente a tus emociones, a tus miedos?

De un tiempo a esta parte sí lo tuve que mirar porque a mí me abruma muchísimo la belleza, el síndrome de Setdhal que lo llaman y qué putada que tu enemigo sea lo bonito que es la vida, ¿no? pero sí tengo la suerte, una vez más, de que soy pequeñito, estoy muy bien rodeado y muy bien vigilado.

¿Qué más sueños tienes? Independientemente de todo esto que es inmenso…

Yo sueño con los sueños que están por venir. Me encanta levantarme por la mañana, hacerme una tostada, tener salud, poder hablar con mi madre, me parece un exitazo y un triunfo tremendo y no es palabra llana ni licencia poética. Aguantar cada día de la semana teniendo a todos los que quiero alrededor y pudiendo escuchar música y pudiendo hacer música para la gente, es un sueño.

Uno siempre anhela algún sueño

Tienes razón en la pregunta, yo estoy esperando ya que pasen cosas porque hay cosas que he vivido que yo ni había soñado, entonces lo que venga bueno será pero yo creo que lo mejor está por venir sobre todo en forma de canción. ¿Tú sabes lo que sueño? Seguir haciendo canciones que me arrebaten la vida.

Viviendo todo de esa manera, ¿has tenido vértigo alguna vez, que te haya paralizado?

Total, sigo teniendo vértigo de responderte a ti, de verdad. Para perder el vértigo me asomo de sitios altos. A veces uno cuando se da cuenta de con quién está o de dónde está, cuando al balcón se asoma si te entra vértigo pero siempre con el cable a tierra.

Te lo digo porque la gente que siente mucho lo bueno es muy bueno y lo malo es muy malo…

La gente que sentimos mucho somos un coñazo (risas). Eso es lo que hay (risas).

Eres capaz de acariciar el alma de tus fans, pero ¿qué te acaricia a ti el alma?

Que alguien me dedique un día. Cuando alguien viene a un concierto, una, dos, diez mil personas… te están dedicando un día, aparcan un coche, están en un lugar… te dedican un día, eso es muy difícil de superar.

¿Cómo compones mejor?

A las 9 de la mañana (risas) De verdad, es como mejor se compone.

Tu madre, ¿es ese cable a tierra?

Sin duda, yo creo que las madres de todos nosotros, las madres no ven la purpurina ni cómo vas vestido, es una suerte mi madre, yo tengo mucha suerte en mi vida también por la gente de mi alrededor.

Images: Cortesía de Prisa para Living Backstage.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *