¡Buenos días! ¿Cómo lleváis lo del cambio de hora? Ayer no os comenté nada, estas cosas no me suelen afectar, cambio el reloj y se acabó, bueno… empieza la alegría porque que anochezca más tarde siempre da una vitalidad tremenda pero esta vez, no me dan las horas. Necesito esa hora de menos.
Si ya voy justa siempre como para que la quiten, a ver si recupero el ritmo. Hoy os quería hablar de una cosa que seguro que a todos nos pasa, aparte de mostraos un montón de cosas chulas ahora que viene el buen tiempo y el cambio de hora favorece para hacer más planes de este tipo, ahora voy con ello.
Antes quería plantearos uno de esos debates que me gustan a mí. Cuántas cosas perdemos por miedo. La sensación de miedo es humana, por muy valiente que seamos todos siempre tenemos algo de eso. Lo malo es lo que nos resta. He llegado a la conclusión que va muy con el carácter de cada uno. Hay personas que no reflexionan tanto y por consiguiente se lanzan al vacío, quizá sean más seguras no lo sé, probablemente porque ya os digo que todos en la vida alguna vez lo vamos a sentir independientemente de la personalidad que tengamos.
A unos nos costará más a otros menos pero de vez en cuando hay que arriesgarse. Perdemos tanto a lo largo de la vida que hay que apostar más por uno mismo. Yo particularmente no me quiero ir de aquí sabiendo que no he hecho eso en determinado momento. Quiero jugar todas las cartas, aunque dé miedo pero todo comienzo empieza con una pizca de eso. También hay que estar muy convencido que lo quieres y cuáles son tus propósitos y tus metas y estar tan seguro de ti, que lo demás no importa nada.
Nadie mejor que uno para conocerse, saber sus límites y saber porqué lo hace. Hay muchos sueños por cumplir, seguro que todos tenéis alguno y hay que echarle valor no queda otra. Que luego no sale, no pasa nada le pusiste las ganas y el corazón, es mejor que estar en el sofá de casa esperando a que te llamen.
A veces uno necesita el impulso de alguien, algún amigo, la familia… pero cada vez soy más consciente que las ganas están en uno mismo y ya tenemos una edad para tirar para delante sin empujón, aunque siempre venga bien. Si haces las cosas de corazón no necesitas dar más explicaciones a nadie. Ni en ese momento ni nunca porque uno mismo sabe porque hace las cosas.
Evidentemente escribo esto porque tengo un propósito en la cabeza, bueno siempre tengo mil, pero este da más vértigo. Si sale bien lo contaré y si no iré a por otro. No soy para nada de anclarme en una cosa y no es que sea avaricia crecer, es que está en la vitalidad, la ilusión y las ganas de vivir ese impulso que te anima a más.
Y hablando de ilusiones… Qué ganas tengo de que suban las temperaturas y poder decorar la terraza. Mirad todas estas monadas… no me digáis que no son espectaculares estos espacios. Ojalá os den alguna idea si tenéis un pequeño espacio en el que disfrutar del buen tiempo. Además también he incluido mini terrazas para que veáis que cosas tan chulas se pueden hacer en poco espacio. Mil besos en el corazón, mañana más.


Images: Pinterest