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Brave Macarena

Hace semanas que vengo prometiendo muchas cosas que no me da tiempo a cumplir debido a las prisas. No empezaré con un hoy, ayer, o mañana, que tan nervioso le ponía a mi profesor de redacción periodística y que acaba de fallecer. ¡No empiecen nunca sus artículos con ayer, hoy o mañana! Se desquiciaba de los nervios.

Lo siento Homero. He de confesar que alguna vez lo hice porque soy muy de saltarme las reglas, va en mi propia naturaleza. Pero me queda grabado y lo evitaré todo lo que pueda. Fue un buen profesor y una gran persona.

Lo que le faltaba a mis hormonas. Por favor en la primavera evitar darme disgustos. No sé si os pasa pero la primavera arrastra toda esa especie de efectos secundarios en mi persona. Vivo en una montaña rusa de emociones. Tengo mi propio Port Aventura metido dentro de mí.

Y como emociones no faltan tampoco cosas que tengo por cumplir. Prometo ir a ver a fulanita, comer con mengano e ir a comprarme un traje ideal a una tienda donde su dueña me espera con los brazos abiertos y no lo hago. Básicamente porque no tengo tiempo para nada más.

Necesitaría un Supradyn pinchado para que el tiempo me cundiera como quiero. Por no hablar del nuevo sobrino que me ha dado una amiga y que tengo mil ganas de ir a conocer antes de que haga su primera comunión.

Así que voy a dejar de prometer para pasar a la acción porque soy de las que cree que si se quiere se puede aunque a veces haya gritado, que no dicho, que no. Siempre se tiene tiempo para lo que importa. Lo malo es cuando no lo sabemos ver.

Hay veces que esforzarse por alguien que no da lo que debe es francamente agotador. Tan agotador que acaba por no merecer la pena. También me he dado cuenta últimamente de las prioridades. Cuando a alguien le pasa algo parece que lo suyo es lo peor pero cuando indagas un poco por el mundo uno se da cuenta que al fin y al cabo las cosas son pasajeras y terminan por pasar.

Hace unas semanas y no me quiero poner triste pero perdonar mi intensidad primaveral y de verdad me pongo seria, descubrí una cuenta en Instagram que me hizo darme cuenta de muchas cosas. Os la recomiendo a todos pero no por nada sino para que hagáis lo que pide la familia de Macarena.

Bajo el lema-grito brave Macarena, la pequeña lucha por lo que de verdad importa en la vida que es algo tan complejo como eso mismo. Es lindísima, su mamá pide que recemos entre todos porque sólo juntos podremos vencer a Wilson.

Primera lección. Todos juntos. Porque como sociedad es como debemos avanzar. Estas cuentas te dan unas lecciones que no son equiparables a nada. Macarena lleva unos lazos enormes, es rubia, muy pequeñita y monísima. Y ahí está plantándole cara a la vida con una sonrisa y más cada vez que le regalan chucherías.

A ver quién no tienen tiempo de nada después de esto. Claro que lo hay, pero para lo verdadero. Mirad todos su cuenta porque te devuelve a lo importante. Vamos, Macarena, que la vida es jodida… pero es muy bonita.

Por no poner una imagen de la niña os dejo con el tiempo que saqué este fin de semana para disfrutar un poco…

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Images: Living Backstage

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