La firma de moda Hoss Intropia da un nuevo paso en su compromiso con la creatividad y la inspiración con el lanzamiento de su primer podcast: “Cartas sobre la mesa”, un espacio de conversación conducido por la escritora y creadora Alejandra G. Remón y que se ha presentado en Madrid en un evento único para celebrar este novedoso proyecto para la marca que une moda y cultura.
El podcast cuenta con cuatro episodios, lanzados mensualmente, en los que se explorarán las conexiones entre la moda, la artesanía y la creatividad a través de conversaciones íntimas con cuatro mujeres referentes en sus respectivos sectores. Una de ellas es la actriz María Hervás. Con ella hemos hablado en esta presentación tan especial en pleno centro de Madrid, no solo de moda sino del momento vital que vive, ¿es buena espectadora consigo misma?. La actriz nos lo desvela entre otras muchas cosas.
María, tu primera vez con la marca si no me equivoco, ¿cómo te sientes?
Muy bien, muy cómoda.
¿Y cómo es Hoss? No sé si has escuchado algo del podcast…
Sí, claro, porque hicimos el primer capítulo. Para mí es una marca que se relaciona mucho con el tipo de mujer que soy, que al final es una mujer muy natural, muy atemporal, que tampoco es que siga las tendencias, pero que le gusta sentirse femenina y muy cómoda en su piel, muy mediterránea, un poco romántica… Bueno, de todo un poco pero de verdad que creo que es una marca que tiene que ver con sentirse cómoda en tu piel y segura de ti misma siendo natural.
¿Y cómo definirías tu estilo?
Un poco así, como voy hoy.
¿Sigues la moda?
No la sigo nada, la verdad. No, no la sigo nada. Es que nunca he sido de tendencias, ni siquiera cuando era pequeña. Soy un poco de ponerme lo que me da la gana, siempre y cuando me quede bien o me sienta yo a gusto ese día con ello. Sí que creo que soy un poco ecléctica, que a veces puedo ir en chándal y a veces puedo ir súper sofisticada, pero siempre con algo que ese día yo me sienta cómoda. Intento no ponerme nada con lo que no me sienta cómoda.
A la hora de salir a la calle un día normal, ¿te miras mucho en el espejo?
No tengo muy buena relación con los espejos, entonces no me miro.
¿Y eso?
Bueno, pues igual por lo expuestas que estamos las actrices y por toda la exposición en la que estamos sometidas y los juicios a los que estamos constantemente sometidas. Al final, cuando todo el rato opinan de ti, de tu belleza, de tu físico, lo que menos te apetece es mirarte lo tuyo, creo. Al menos a mí me pasa. Pero para salir a la calle, sí que me gusta jugar con la moda porque me parece como un acto de creatividad, como cuando a los niños les dejas vestirse ellos mismos, a ver qué eligen y tal. Pero no tanto por pensar en si me pueden ver o qué se lleva, sino por divertirme yo ese día.
¿Eres buena espectadora contigo misma como actriz?
Soy buena espectadora del trabajo de mis compañeros y de mis compañeras y de casi todo el mundo porque de verdad creo que soy una tía muy poco crítica en el mal sentido. Yo creo que soy cero hater con casi nadie o con nadie, la verdad. Excepto conmigo misma. Pero estoy aprendiendo, ¿vale? Soy muy exigente. Como actriz me gusta mucho prepararme las cosas, me gusta mucho investigar en los personajes, me gusta mucho dar lo mejor de mí y es un trabajo que para eso es difícil porque hay muchas condiciones, muchos condicionantes que a veces no hacen posible hacer las cosas tal y como tú las habrías hecho. Entonces estás negociando todo el rato con la frustración que se supone y a veces lo llevo un poco regular.
O sea, que eres muy exigente contigo misma.
Sí, soy demasiado exigente conmigo misma, estoy aprendiendo cada día a ser lo menos.
¿Estás intentando trabajar en ello?
Sí, no recomiendo a nadie mi nivel de exigencia en nada, creo. O sea, creo que tiene sus cosas buenas porque al final te lleva a conseguir, a superarte, a conseguir cosas que son difíciles y que requieren de mucho trabajo y de mucha disciplina. En ese sentido, por ejemplo, sí que creo que mi nivel de disciplina me gusta, estoy orgullosa, pero creo que, como todo, hay que relajarlo y poderte permitir soltar un poco. Al final, controlar tanto no sirve de nada porque en el fondo no podemos controlar nada.
Estás con el rodaje de Machos Alfa, ¿qué nos puedes contar?
La cuarta temporada de Machos Alfa, que es divertidísima. De verdad, esto no es promoción, es que de verdad encuentro que es muy divertida. Me río hasta estudiando. En junio nos ponemos con la tercera de ‘El Inmortal’. Y acabo de terminar una peli, la última peli de María Ripoll, con Javier Rey y Loreto Mauleón, que se llama ‘El fantasma de mi mujer,’ y también nos lo hemos pasado súper bien. Es una comedia muy cuidadita, con una imagen súper bonita, que espero que os guste también.
María, ¿cómo trabajas precisamente eso, la presión psicológica, personal, que supone estar ahora mismo en el candelero?
Pues mira, yo siempre, desde muy pequeña, era una niña muy obsesionada con caerle bien a todo el mundo, con gustarle a todo el mundo, y creo que parte de ese paso a ser adulta, que igual he hecho hace dos días, o todavía no, estoy en ello, es aceptar que eso es imposible y que no le vas a gustar nunca a todo el mundo, por mucho que tú lo intentes hacer lo mejor posible, ¿no?. Entonces, lo primero, la aceptación de que eso es así. Lo segundo, la aceptación de que eres imperfecta. Yo soy imperfecta, y por tanto cometo errores constantemente, y cosas que he dicho de una manera me hubiese gustado decirlas de otra, y cosas que opine de una… Entonces, esto es una aceptación que también tiene que ver con la madurez. Y, por último, el gran trabajo de autovalidación que tenemos que hacer, creo que todos los seres humanos, pero muy especialmente las actrices. Si tú dejas todo el rato en manos externas quién tú eres, estás perdida. Entonces, yo creo que por mucho que tú tengas tu opinión de mí, o ella, o ella, o tal, yo puedo respetarla, decir, ok, es tu opinión, la respeto, porque es tuya, es tu punto de vista, pero yo a la cama me tengo que ir con lo que pienso yo de mí misma. Y eso es un curro que cada día tienes que poner en práctica, sobre todo cuando estás tan expuesta, cuando tanta gente opina sobre lo que haces, dices sobre tu físico. Entonces, el curro de autovalidación es si no estás perdida.
Has comentado en un artículo que eres una persona altamente sensible…
Sí, eso es así, tú lo has dicho.
¿Y qué significa? ¿Cómo te condiciona?
Bueno, eso es el PAS, ¿no?.
Sí, el PAS
Que además dicen que tampoco se puede diagnosticar como tal, parece ser, ¿no?. Es verdad que soy una persona muy sensible en el sentido de todo, de los ruidos, de tal, como que los percibo mucho. Los rodajes para mí son lugares muy tormentosos porque todo lo oigo mucho. También creo que esa hipersensibilidad de que a mí antes me mirabas tú un poco mal ahora mientras me hacías la entrevista o reaccionabas tú un poco mal a la respuesta que te acabo de dar y me iba rayada. Creo que tiene que ver con lo de la autovalidación que antes te decía, que ponía demasiado en el exterior quien yo era, ¿no?. Yo me voy a ir luego a mi casa sabiendo quién yo soy ahora, entonces, bueno, creo que eso no es que me haya hecho yo menos sensible a mí misma, porque creo que percibo las mismas cosas, pero les doy otro lugar en mi cabeza. Yo sigo viendo tus reacciones a cuando yo hablo, yo sigo viéndolo todo y lo sigo percibiendo. Ahora, no dejo que me atormente tanto, porque si no, es que es una neurosis.
Images: Cortesía Agencia Hoss Intropia ( Bernabé Cordón).