En la vida hay muchas cosas inexplicables y una de esas cosas podría ser la empatía. Para escribir la columna de hoy le tendré que echar imaginación para describirlo porque hay cosas que suceden sin palabras y por lo tanto son difíciles de exponer.
No sé sabe muy bien la manera por la que con unas personas congenias y con las otras no tienes tan sólo ni un segundo de chispa. Yo creo que es algo parecido al amor pero en otra categoría sin atracción ¿no? ¿o me estoy liando? Yo creo que sí, que hay algo inexistentemente tangible que llega para demostrar que con unas personas eres más afín que con otras.
Es verdad esa frase que dice que no le puedes caer bien a todo el mundo y yo creo que es sano no caerle bien a todo el mundo. Porque no estarías siendo tú si a todos cayeras bien. Estarías negando una parte de ti y por lo tanto no serías tú como persona sino alguien guiado por algo que al poco tiempo se desvanece.
Esto es, lo que parece que nos diferencia de unos a otros también, el carácter forjado que tú lleves de serie y que a lo largo de la vida lo desarrollas más o menos. Yo por ejemplo con los años me he vuelto más sociable de lo que era cuando no levantaba más que un palmo del suelo.
Pero quizá no sea eso a lo que me estoy refiriendo de más o menos sociable, es algo del carácter que va contigo que conecta o no conecta. Yo he hablado con personas super extrovertidas y resultarme un verdadero coñazo por ser precisamente eso, demasiado extrapolable a la simpatía y alegría.
Hay mucha gente que fuerza eso para poder ser agradable, sin ir más lejos lo comprobé al principio de la semana pasada, y a mí, lo que me gusta es la gente de verdad. La que igual tiene un problema a primera hora de la mañana y no le apetece sonreír como la que está dispuesta a desearte un buen día porque así lo siente.
Me dan mucha pereza las personas de sonrisa perenne aunque suene un poco raro cuando lo que hay que hacer en esta vida es disfrutar todo lo que se pueda pero no creo que consista en eso, las personas tenemos días buenos y malos, yo creo que entendéis por donde voy.
Pero como hablar del carácter de la gente es muy difícil porque somos muchos y muy complejos a mí, y como os decía al principio, lo que me sorprende de las personas es esa chispa de empatía. Puede que se produzca por situaciones pasadas parecidas, vivencias o vaya usted a saber pero cuando pasa es bonito porque además te muestras con la otra persona tal cual eres sin ningún tipo de remordimiento.
En realidad tendría que ser la forma natural para que así, la vida, que es compleja y muchas veces incomprensible, pudiésemos hacer lazos más fuertes frente a circunstancias que son más complejas. Al fin y al cabo esa empatía se traduce en felicidad por ambas personas porque descubres que los demás tampoco son tan diferentes a ti y todos buscamos un poco lo mismo.
Y dentro de eso… por supuesto… nacen cosas bonitas con las que se podría luchar con el dolor que producen ciertos actos ¿muy trascendental? ¿muy ñoña hoy? Es que empatizar es bonito… porque sale lo mejor de ti ¿no creeis?
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