¡Buenos días! Acabo de llegar a casa tras otro largo día en Madrid Fashion Week y estoy un poco desbordada de sentimientos. Por lo que han supuesto estos días para mí y porque siempre he creído mucho en el trabajo, en la perseverancia y en el sí se puede.
Termino estos días, aunque mañana (hoy para los que leéis esto) es el EGO pero es ahora cuando hago un poco las valoraciones de estos días encerrada en IFEMA de 10 a 10 de la noche. Esta semana cuando haga el resumen general os explicaré un poco más ese torbellino de sensaciones pero me voy muy contenta y satisfecha espero que quien creyó en Living Backstage piense lo mismo porque os juro que hemos echado el resto en las noticias. No me he movido ni para respirar aire fresco de la calle, siempre con mil cosas en la cabeza, cosas que me han hecho tremendamente feliz.
Porque tenía al lado unos compañeros que admiro por encima de todo y que a veces me miraba a mi misma asombrada por tener la oportunidad de poder estar allí y de verdad espero haber cumplido las expectativas. Ellos siempre tendrán mi admiración, yo voy haciendo jajaja. Como os decía la experiencia ha sido más que positiva, he trabajado infinito, también me lo he pasado muy bien y sobre todo he aprendido mucho.
Son sensaciones maravillosas para alguien que ama la moda, es muy difícil de explicar ese hormigueo que sientes cuando te apasiona algo, ya sabéis que yo soy muy de implicarme todo al máximo y sí, lo he disfrutado aunque al principio, el primer día he de reconocer que me vi desbordada. Yo tengo un MAC y el ordenador era windows, el teclado diferente, el programa diferente, el iluminador para las fotos otro, la silla que era súper alta y el ordenador bajísimo y yo soy alta y la espalda me ardía, los nervios de escribir y llegar a tiempo al siguiente desfile, tuitear, subir las noticias, los videos… todo en tiempo récord.
Y contaría mil pero luego ya relajé un poco más porque también conforme pasaban los días ya estaba más hecha a todo. Estaba muy cómoda y eso facilitó todo lo demás. Esto pasa siempre el primer día quieres morir y el siguiente que nadie te mueva de allí. Creo que voy a tener el síndrome ese de nido vacío creo que se llama. No sé que síndrome pero alguno seguro. Hoy os quería enseñar el look que llevé ayer que verdaderamente causó toda una revolución.
Es verdad que cuando me lo probé me envalentoné y me vi muy favorecida sin ser mucho mi estilo pero me entró por los ojos… Cuando salí de casa fue ‘socorro qué he hecho…’ Cuando bajé por el ascensor me vine arriba, me vi súper bien así que pensé… gafas de sol, paso firme y para Ifema. Sí, en plan rollo flipada 😉 Es broma ya me conocéis, el caso que llegué y todo el mundo me paraba, me preguntaron por el nombre de la tienda mil veces sin exagerar y cuando fui hacia la modelo Laura Sánchez para hacerle unas preguntas me dijo… ¿¿qué guapa vas nooo?? Pensé, con lo estilos que es ella pues igual esta es la confirmación de que la cosa va bien jaja
Que sí que yo ya iba muy a gusto con mi look pijamero que llamo yo. Bajé abajo y ya el regalazo del día, directa al Street Style de la web de la revista ELLE, ¡GRACIAS! Total look de Coosy y zapatos de Mango. Mil besos en el corazón, mañana más.
