¡Buenos días! Como me gusta Madrid. Lo seguiré repitiendo hasta que me muera. Me da la vida. Ayer estuve haciendo unos recados por la mañana y pasé con el coche por delante del Palacio Real que es, como muchos habréis adivinado, el lugar que elegí para hacerme las fotos. Enseguida pensé ¡me encantarían unas fotos allí! Es verdad que no iba muy preparada para un súper shooting pero llevaba la cámara que siempre va pegadita a mí, a veces muy a mi pesar, porque sí, soy bastante tímida, pero ojo… matona 🙂 Ya no se me pone nada por delante y la timidez la venzo en 2 segundos cuando se trata de mí o de los míos.
Siempre le digo a mi equipo ¡no, tú! Y siempre me dicen… pero si acabas hablando más que nadie para qué quieres que vaya yo. Pues razón tienen. Al final voy y lo hago porque el carácter va de serie. Pero supongo que algo queda. Desde que llegué a Madrid no soy ni por asomo ni la mitad de tímida que era antes. Ahora me gusta tirarme a la piscina. Porque como digo yo, si está llena ya aprenderé a nadar y si está vacía las escaleras nunca las quitan. En definitiva que hay que ser decidida una cosa no quita la otra. Como os decía pasé por este lugar tan maravilloso de la capital que es de una belleza infinita y aunque aparcar por esa zona es realmente difícil no se me puso nada por el medio y encontré la manera de darme el capricho. Un día gris, porque es verdad que en Madrid le está costando salir el sol pero se estaba bastante a gusto.
Lástima que siempre voy con prisas porque estaba como os digo muy agradable. Os dejo con el look a ver si os gusta. Creo que por esta temporada ya voy a retirar estos pantalones de lunares ¡Con pena! pero ya los volveré a rescatar. Llevo pantalones de Coosy, camisa de Blanco, gabardina de Mango, zapatos de Purificación García y bolso de CH. Más una parte de tooooodas las flores que llevaba. Que me gustan… Mil besos en el corazón, nos leemos el lunes. Gracias por ESTAR.
