¡Buenos días! ¡Hoy tengo mucha energía! Y eso que tengo unas agujetas que no me puedo ni mover porque sí, he empezado a hacer deporte de nuevo. Y digo de nuevo porque lo de empezar se me da muy bien pero ya terminar el ejercicio es más complicado. No soy mujer adicta al deporte que le vamos a hacer.
Ya sé que es necesario y todas esas cosas pero no es lo mío. Aquí cada uno nace con un don, yo nací con el de aparcar siempre en la puerta y sin embargo el del deporte no llegué a tiempo cuando lo repartían, ya me costaba ir a por él cuando lo daban era de prever que no me entusiasmara. Y después de auto convenceros ¿se escribe así? que mal suena, bueno, al lío, que ya he explicado que el deporte y yo no somos amigos y siempre termino la hora que me he propuesto de la mejor manera ¡bailando!
Me motivo una barbaridad porque eso sí me gusta mucho, bailar es una de mis pasiones, no veo límite así que algo también ayudará a este intento de hacer ejercicio. Eso sí, el gimnasio no lo piso porque estoy viendo a ver si hago fondo por mi misma y me motivo antes de pagar matrícula (otra vez) y comprarme más ropa en Oysho que el propósito en sí.
Es de ley, invertir más en mallas que en las cuotas del gym. Y claro, después de todo esto y de creer que voy a tener un cuerpo serrano ¿qué viene? Pues comerme el jamón serrano. Porque total como ya lo he quemado… Estoy entrando en un bucle pero la cabeza sólo me dice… has hecho un ejercicio tremendo ¡cómetelo mujer, que no pasa nada! Como dice una amiga mía… el problema no es un día, el problema lo tengo los 365 que no paro de comer porquería.
Que sea lo que Dios quiera a mí me entra hambre cuando hago ejercicio, como a todo el mundo vaya, tampoco vamos a romper tantas excepciones de vez. El caso es que todo esto viene porque en verano las comidas, meriendas, cenas o aperitivos en este caso… ¿o quizás brunch? me estoy pasando con las moderneces, todas de vez es un poco locura trataré de frenar. El caso es que me encanta decirle a mis amigas ¿terraceo en casa? Y vienen corriendo (ellas están en forma) porque aunque es pequeñita y le saco mucho partido, además me encanta decorarla siempre diferente.
Como este post, pero me apetecía que vierais otra cosa diferente y que además que si alguien tienen un espacio así darle alguna idea. El mantel lo compré en Ikea, en realidad es una tela de esas que se compran al peso pero me pareció ideal, los cuadros vichy rojos se llevan muchísimo ¿os gusta? Si queréis saber algo más detallado os contesto en redes siempre ya lo sabéis. Mil besos en el corazón, mañana más.
