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Acudimos a la presentación del nuevo disco de Pablo Alborán: ‘En Prometo me desnudé por completo, sentí que no tenía nada más que decir’

La Fundación Giner de los Ríos en Madrid acogió el pasado viernes la presentación de ‘Prometo’, el nuevo disco de Pablo Alborán. Decenas de periodistas esperaban al cantante después de un par de años de ausencia en el mercado discográfico, un photocall abarrotado de tanto medio convocado.

No lo conozco de nada, todavía no hemos intercambiado impresiones acerca de su música ni de la vida en general pero nada más poner un pie en la rueda de prensa, una bolsa con recompensa. Dentro su disco o lo que es mismo, su esencia sincera, un destape emocional puramente artesanal. Es más, Prometo, la última canción del disco es con la que asegura entrar en una especie de trance, terminó por vaciarse y desde entonces no ha vuelto a escribir ‘sentí que no tenía nada más que decir, me desnudé por completo, lo había terminado’.

De primeras me parece un hombre generoso y no por el mero hecho del detalle sino por entregarnos algo que forma parte de la esencia que cada uno posee. Tiene una humildad arrolladora que es lo que verdaderamente enamora. Porque cuando alguien hace la mudanza de dentro hacia afuera de la manera más noble, hay que saber escuchar de la misma forma, comprender el mensaje universal que no es otro que el musical.

Dice que la música es un lenguaje y a mí no se me ocurre otra cosa que meterlo en la Real Academia, donde deben de estar las personalidades más influyentes, donde se juntan los confidentes. Porque si yo tengo que ponerle palabras y él tiene su propio lenguaje, sólo me queda hacerle un homenaje. Él se lo ha hecho a una de sus canciones, ‘Vivir’, aunque sea más un autorecuerdo personal con tendencia viral ‘hay gente que ve el telediario, se impacta, pasan diez minutos y luego vuelven a cometer los mismos errores, vivir es un himno porque a veces se nos olvida’.

‘Prometo’ es un disco con gran influencia latinoamericana, nace desde la calma, convergen sonidos electrónicos con otros más melódicos, se encuentra en la búsqueda del equilibrio para poder hacer una gira que esté a la altura de su aventura pero Pablo Alborán es mucho más que un puñado de definiciones sobre la parte técnica de sus canciones.

Pablo ha hecho un disco que ha sabido acariciar a su antojo todos los momentos que carecen de argumentos, un paseo emocional que te arrastra sin piedad, como cuando en plena rueda de prensa comenzó a cantar Prometo a piano y voz. En ese momento dejé de transmitir para empezar a sentir, todos los móviles de la sala comenzaron a bajarse lentamente en uno de esos momentos en los que no sabes qué te ha pasado pero alguien ha invadido tu espacio más desconocido. Porque tal vez se trate de eso, de saber llegar mediante un mensaje que carezca de maquillaje que recuerde que algún día, fuiste la mejor melodía.

Hoy he entrado a unos grandes almacenes y ahí estaba en el Top ventas el tipo humilde y cálido que el viernes presentó su disco ante la prensa, el que con un puñado de canciones da sentido a las emociones, él ha estado en barbecho y ahora se siente satisfecho pues ha hecho un trabajo digno de escuchar para gente que quiera dejarse llevar.

Enhorabuena, Pablo.

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Images: Living Backstage. Copyright

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