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Fernando Claro en MBFWM; entre el salón de un cabaret art déco y el backstage de una rave con tacones de satén

En un cruce de décadas y delirios, CLARO Couture presenta Rosé Noir, una oda al exceso refinado. La colección bebe del lujo desbordado de los años 20 y del descaro elegante de los 90, fusionando brillos, siluetas que acarician el cuerpo y una feminidad que se celebra sin disculpas.

La propuesta transita entre el salón de un cabaret art déco y el backstage de una rave con tacones de satén. Son tiempos donde la belleza femenina se erige como epicentro estético: curvas exaltadas, allure clásico y una sensualidad atemporal.

La paleta cromática alberga tonos suaves y empolvados —rosas pálidos, verde menta, amarillo vintage— acompañados de los eternos básicos de la firma: blanco y negro. Minivestidos estructurados, blazers con cintura marcada y pantalones de corte impecable por el día y por la noche vestidos en todas sus versiones, desde el minimalismo satinado hasta el bordado escénico.

Nos encontramos popelines, muselinas vaporosas, croché bordado con cristales y crepés de seda satinados. Galones bordados a mano con cristales, acabados minuciosos y un brillo contenido que evoca esplendor, juventud y deseo.

Images: Cortesía de IFEMA para Living Backstage.

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