¡Buenos días! Cuando ayer fui a coger la cámara me di cuenta que todavía tenía estas monadas sin publicar. Me alié del móvil y con eso lo completé. Los días que estuve en la montaña leí que una cuenta de Instagram que me gusta mucho de vajillas decoradas buscaban la mesa más bonita del verano.
Estaba en el Pirineo e igual no era el concepto más adecuado cuando la mayoría de fotos eran mesas al borde del mar pero oye… ¡quién se acuerda de la montaña en verano! Qué pocos… ¿y por qué no? No me parece justo que sean sólo de zonas de mar y lo vi hasta creativo.
Cero atrezzo así que salí de casa a buscar cosas. Lo primero que encontré, en un mini pueblo y con las mayoría de cosas cerradas. Le tuve que dar un poco a la cabeza y aposté por el menos es más. Sortean una vajilla ideal y yo soy poco de concursos porque nunca me entero de esas cosas así que para uno que me entero me puse en acción. Así es como quedó, el resultado lo tenéis en las primeras fotos y bueno… ni tan mal.
En el post de hoy también os quería enseñar un poco lo que hago cuando subo al Pirineo. Dar un paseo por el Balneario de Panticosa es obligado (ya visteis el look en otra entrada), así como también hacer alguna excursión, ya veis que paisajes tan bonitos. Ni filtros, ni iluminación, nada. Aquí no hay que hacer nada. Son muy distintas entre sí de color pero si les cambiaba la luz les mataba la esencia. Montaña pura.
¿Sabéis qué es una de las cosas que más me gustan? Ir a la churrería cuando ya empieza a hacer fresquito por la tarde dando un paseo con el aire en la cara para luego llegar a casa y comérmelos con chocolate ¡si llegan! Eso siempre es un problema.
Este viaje subí al Balneario, en invierno es más difícil que suba porque con las nieves luego está bastante peligroso para bajar. A veces cierran el acceso por problema de aludes y en verano ya veis lo precioso y lo verde que está. Es el sitio donde pone ‘Casino’ un sitio con mucha historia que tiene un hotel propio para rodar un película.
Es una zona pequeña y también tiene una Iglesia que aunque es verdad que por fuera no es un espectáculo, a ver las vi más bonitas… pero me han entrado ganas de casarme ahí. Soy de ideas fijas y una boda como la que vi en ese enclave me apasionó. Lo malo es el clima. En agosto por la noche igual puede caer la temperatura 20 grados y mueres de frío. Pero es algo a considerar.
Además las raíces tiran así que sería un buen sitio. En Huesca capital no veo nada bonito para celebrar una boda y el Balneario me parece un espectáculo. Hace poco vi que una redactora de Vogue estaba preparando un boda allí y estaba alucinando… ay amiga… los oriundos casi ni se nos mueve la pestaña pero debería ser Patrimonio de la Humanidad. Yo cada vez que llevo a algún amigo no se lo puede ni creer. Está cada vez más masificado esa es la verdad pero me sigue pareciendo de película. Nada más por hoy os dejo con estas fotos tan inspiradoras. Mil besos en el corazón, mañana más.