in , , ,

CRÓNICA: Pablo Alborán acaricia lo intangible en Madrid con su ‘Tour Prometo’

Pablo Alborán ponía el broche de oro en la capital a sus cuatro noches. No seguidas, intermitentemente fluidas donde a todos nos daba algo de vida.

Ha recorrido el mundo entero, todavía le queda algún concierto para cerrar el Tour Prometo, ese en el que ha puesto todo el respeto y donde nadie se quedó quieto.

Miles de personas han visto de cerca a Pablo Alborán, un malagueño risueño, de ideas claras y voz prodigiosa. Él sale al escenario y da mejores noticias que un telediario.

Más de dos horas de actuación, con frases de aliento, de compromiso y todo sin previo aviso. Decenas de fans hacían cola desde hace días en el antiguo Palacio de Deportes de Madrid y miles de voces se unieron posteriormente al gran show de la noche.

Se presentó emocionado, en alguna ocasión el suelo fue cómplice de su mirada ruborizada para devolver su vista a ese infinito equiparable a su talento. Madrid como acogida, Málaga como refugio, el público…el lugar a donde volver.

El mundo ha disfrutado su turno pues le ha cantado hasta Saturno, desde París a Bruselas, le quieren hasta las abuelas. No tiene rango de edad, ni límites, el compromiso es dejarse llevar hasta que la música deje de sonar.

Su piano como armadura apacigua hasta el más miura. Nadie sale ileso, de un canción como Prometo. Te pone a bailar hasta el último lunar, te agita, te encandila y hasta las luces se sincronizan. Toda una virguería pirotécnica acompañada de sutiles y pensados movimientos que fluyen ante el griterío de un público enloquecido.

Pablo Alborán es aquel muchacho que nos acaricia lo más intangible y que tanto necesita el mundo. Quizá por eso sus conciertos sean espacios de calma segura pero ciclón por tal ruptura.

La interna, la que pocos manejan salvo un músico que llegue y te conmueva. Porque está muy bien afinar, bailar y encandilar pero un artista tiene que ser ese guionista con aire de alpinista.

Porque llegar a la cima de las emociones es directamente proporcional al alma que pones en lo que compones. Un cantante completo al que siempre se le guarda un respeto.

Nos llena de sensaciones en todas sus canciones, algo nuevo se divisa, repongámonos no nos vaya a pillar de esta guisa. Porque aún estamos fracturados, desde el que lo vio de pie hasta el que estaba sentado.

No sabemos a qué planeta nos volverá a llevar en su próximo destino, será distinto pero con su sello personal, vayan haciéndose a la idea, con su manera de cantar, nos volverá a desmotar.

Images: Warner Music, Living Backstage 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *