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Malú: “Me siento orgullosa de haber podido lograr un equilibrio, estoy tranquila, libre, en paz, tengo una gira a la vuelta de la esquina y solo pienso en disfrutar”

Son casi la una de la tarde y desde un séptimo piso de la Castellana pienso en el vértigo que producen a veces las vistas y lo importante que es mirar a la vida con perspectiva. He quedado con Malú, y mientras ella apura su apretada agenda, pienso cuál es el mejor sitio para retratarla. Algo me queda muy claro al final de la entrevista y es que da igual dónde pongas el foco, la luz siempre se abre camino.

Lleva casi cuatro años sin girar musicalmente, no se ha recorrido la geografía pero sus pensamientos han abierto camino. Es coherente, disciplinada, consecuente, está criada en una familia con duende. 

Comienza un show que la llevará por varias ciudades de España, zarandeará los hierros y sacará a la gente, por fin, de este encierro.

Muchos piensan que hay una nueva Malú 2.0, no se equivoquen, no hay nada de Metaverso, es tan real que hace efecto espejo.

Con ella he charlado sobre su esperada vuelta, sobre el camino de la vida o como una lesión, manejo de la mejor forma su destino.

Queda menos de un mes para que arranque #MilBatallasTour, ¿cómo es un día de tu vida a tan pocas semanas para empezar, cuál es tu rutina?

Ahora mi vida está un poco más patas arriba porque intento como abarcarlo todo. La parte más creativa del show, lo que he hecho siempre y a la vez la parte de ser madre, intentar compaginarlo todo al 100%, así que mi vida es un poquito más caótica ahora. Empezamos ya a ensayar y sobre todo voy a dejar que al principio esté la banda, que ellos monten un poco todo lo que hemos hecho, todo lo que ya está creado y les voy a dar tres días (risas) porque no puedo más, necesito ir al local. Luego es llegar con mi cuadernillo, yo me lo hago todo a mano, soy bastante clásica en ese sentido y empezar a crear lo que es el show más visual. Ya está creada la base del show, el repertorio, el orden, como vamos a entrar ahí, el momento en el que salgo, entro etc… Ya una vez que te metes en los ensayos es cuando creas la parte más visual.

Estarás nerviosa

Fíjate que no estoy nerviosa, estoy emocionada, otras veces estaría histérica. Ya han pasado casi cuatro años de la última gira. Lo que siento es emoción, más que el nerviosismo ese de antes, ahora lo vivo desde el punto más amable, apetecible, de disfrutar, estoy más disfrutona ahora.

Malú tus shows no dejan indiferente, ‘Abran fuego’ es una canción que podría definir tus giras, ¿cómo de libre te sientes en este momento de tu vida?

Totalmente libre. Para mí el disco es un grito de libertad. Pero tanto a nivel musical; quiero que suenen músicos, que suene una banda, quiero sonar a lo que a mí me gusta, como yo me siento con la música, esas guitarras agresivas, los bajos, las baterías… como a nivel de las historias que te estoy contando, todas si te fijas, tienen un punto de grito de libertad.

Entonces, ¿lo definirías como un disco valiente?

No sé si es valiente pero para mí ha sido liberador, me he quedado a gusto.

¿Qué es lo que nunca habías hecho por miedo y ahora haces?

A lo mejor no es tanto musicalmente. Por ejemplo, el tema de delegar. Yo tengo un montón de equipo, mucha gente con la que llevo trabajando 18 años, con mi batería 25, es una barbaridad de años trabajando con todo el equipo y había un algo que nunca conseguía delegar, yo tenía que hacerlo todo. Sigo haciéndolo todo pero ahora cuento más con ellos, es una forma que a mí me libera un poco y me resta esa presión que siempre me ponía. Me conocen perfectamente y saben por dónde voy a tirar, así que para mí el equilibrio es muchísimo más fácil. Ahora lo voy haciendo todo como desde otra perspectiva, mucho más relajada, disfrutando lo que estoy haciendo.

Estoy impresionada de que en un mundo como el tuyo hayas sabido ser fiel a ti misma, ¿eso cómo se consigue?. Porque la industria aprieta…

Ahí hay una parte del motivo por el que este disco ha sido tan liberador para mí, que es esa pérdida de complejos. Ahora hay una parte más digital, formatos más rápidos, todo caduca antes y se traga mucho más rápido y se digiere de la misma manera pero creo que hay otro perfil de músicos, de artistas, que estamos acostumbrados más a discos. A crear una historia y contarte una historia completa, no solamente en pequeños fragmentos. Quizá nos genera una crisis, y ahí también nos generó un poco de inseguridad, de oye vamos a buscar el camino de no perder esa esencia tuya pero que te acerques un poco a lo que ahora realmente funciona. Para mí ha sido liberador darme cuenta o decir, me da igual lo que ahora funciona, yo te puedo dar lo que yo sé hacer y lo que me gusta hacer, que es esto. Entonces te das cuenta que en realidad no es que funcione una cosa u otra, es que cada cosa tiene su público y su momento y el mismo que está escuchando un tipo de música también le gusta tener un disco en formato físico o le gusta que le cuenten una historia completa. Creo que al final somos muchísimos millones de personas con una capacidad brutal para escuchar, sentir y hay cabida para todos, para mí eso es lo que fue más liberador, decir, sin complejos, voy a hacer lo que me pida el cuerpo.

Llegas a una gira después de casi cuatro años sin recorrerte el mundo, ¿qué es lo que más has echado de menos aparte de tu gente? Leí en alguna ocasión que el escenario hacía de psicólogo, ¿cómo manejas ahora mismo tus emociones?

Cambiando de psicólogo, ha sido una gran idea (risas). Pero es verdad que tampoco conocía otra terapia, yo no me había dado margen en la vida para mí. Para tomarme tiempo, la vida me para de un golpetazo brutal que es una lesión, que me hace cancelar una gira, que no me permite seguir. Probablemente una de las cosas más duras, frustrantes y horribles que me han pasado, decirle a mi gente que se quedaban sin trabajo, que yo no podía, que lo intenté, que me maté, hice once y ya no pude más estaba destrozada. Fíjate que la vida te para de golpe, algo que no entiendes y te destroza y luego te das cuenta con el tiempo que necesitabas eso y que tú nunca lo hubieras hecho. Nunca me hubiese tomado ese tiempo porque tampoco era consciente y cuando la vida te da ese sopetón, dices pues si tengo que sacar algo positivo a eso, es que he estado conmigo misma, he podido pensar, he podido sentir, he podido hacerle caso a aquella que dejas un poco escondida en casa porque es más vergonzosa, más tímida, más vulnerable, he podido unirlas, pensar con calma en un disco, masticarlo y disfrutarlo con cada nota, cada instrumento, con cada canción, con cada letra, he podido disfrutar de cómo crear un show. Finalmente le tengo que dar gracias a la vida por esa lesión. Mi mejor psicólogo ha sido todo ese tiempo.

Tienes una apariencia fuerte pero en el fondo estás demostrando que eres una persona sensible, ¿me equivoco?

Sensible, vulnerable y débil, por supuesto. Pero es que la debilidad no es mala, lo malo es si te sientes vulnerable y te encierras o te escondes. Creo que es muy valiente cuando eres una persona más vulnerable o más temerosa, echarte a la vida y tirar hacia delante con cosas que te dan muchísimo miedo. A mí me dan miedo muchísimas cosas, preparar un show, no estar a la altura, no llegar a hacer lo que a lo mejor se espera de mí pero voy a intentar hacerlo todo lo mejor posible por estar ahí y eso me parece muchísimo más valiente que a lo mejor no me diera miedo nada y hacerlo de base.

¿Lees lo que se escribe de ti?

Depende. No siempre. La verdad es que durante una época mi parte controladora estaba muy de a ver que pasaba un poco con todo y en determinado momento sabes que no puedes tener el control más de lo que lo puedes tener, que es de muy pocas cosas. Yo puedo tener el control cuando llego a un escenario, de mi voz, de mí, de estar bien, de haber hecho todo lo que tengo que hacer para que cuando llegue ese momento mi voz esté perfecta, que yo esté bien de energía, de cuerpo, de capacidad y eso es todo el control que yo puedo tener y dentro de lo que esté en mi mano, que el show sea lo mejor posible y de nada más. Con todo ese tema de prensa es igual, si pretendo tener también el control de lo que otros dicen o cómo lo dicen, no vas a conseguir nada más que generarte una ansiedad y un daño innecesario totalmente, cuando tú no vas a tener el control de nada de eso.

Has crecido en público pero llevando una vida discreta, ¿cuál es la lección más valiosa que has aprendido por el camino?

No es que saque una lección, es que yo soy así. Yo soy así, mi familia es así, nosotros somos una gran tribu, una gran familia, que nos gusta que eso sea nuestro. Una cosa es que nos dediquemos a la música, que la música sea mi vida y que yo me exponga como artista pero nos dedicamos a otra cosa. Yo no le cuento a mi familia cosas mías a lo mejor muy personales porque son mías, creo que ya damos demasiado cuando nos subimos a un escenario, nos abrimos en canal, es que cuando nos exponemos de esa forma hay unas parcelas que tienen que ser para ti. Pero no es una cosa que sea un logro, simplemente es que es la forma que yo tengo de concebirlo, es la forma que me han enseñado, de la que vengo, es un respeto hacia la música, hacia el escenario. Tú le preguntas a cualquier familiar mío o cualquier persona cercana sobre mí y no te va a contar nada pero no porque seamos una secta sino porque forma parte de la parte más intima de un ser humano, no nos olvidemos que está muy bien pero que somos seres humanos. Nos dejamos la vida por la música, por nuestras profesiones por nuestras carreras pero imagínate que te dejas tu vida por tu trabajo, tu profesión… en lo que sea, pero que luego también se tiene que saber todo lo que haces en tu vida y que no tienes ningún minuto para ti, para relajarte, no es una crítica, simplemente son formas de vivir. Hay gente que le da más igual, que lo lleva fácil y chapó y me encanta. Otros somos más para dentro, me gusta sacar a mis perras, cuando las tenía, o me gusta irme con mi hija a un parque, con ella y con mi moño.

Una de tus canciones reza: ‘y después de la tormenta me voy, con otra cicatriz, sola pero feliz’ , casi nada…

Yo creo que al final los golpes que te vas dando, todos las cosas que vas viviendo, cosas dolorosas o que te hacen tambalearte los cimientos, creo que el lenguaje final es que en la vida vienes tú y estás tú. Te vas a ir llenando de cicatrices a lo largo del camino pero quédate con algo bueno y es que de esa cicatriz aprendiste algo, sigues el camino, te vas, pero aprendiste. No nos olvidemos que venimos para irnos. Eso no lo enseñan en el cole y me parece que sería importante, tendría que haber una parte en la que te explicaran, has venido un día y te vas a ir otro, lo que hagas en medio solo depende de ti, pero irte te vas a ir.

Los cantantes sois un poco vendedores de sueños, ¿tú con qué sueñas?

Yo sueño con ese mundo en el que la mujer no tenga que dar tantas explicaciones para ser buena en lo suyo. Que no se busquen tantas explicaciones de porqué una mujer alcanza un puesto importante o le va muy bien, porque yo nunca lo he escuchado de un hombre. Sí, sí, la han ascendido pero porque… ¿pero de un hombre? jo, le han ascendido es que el tío es un crack. Sueño con eso, sueño con que haya un día en el que no pase nada por ser una mujer, que es muy fuerte, que pones las entradas al mismo precio que tus compañeros y hay quejas, eso todavía me parece, muy para atrás. Aunque ya estamos mucho más evolucionados, feministas, el empoderamiento de la mujer… seguimos teniendo ahí una retranca que todavía nos cuesta.

A modo de anécdota, ¿qué es lo más raro que has visto dando un
concierto?

Yo he visto de todo (risas).

¿Pedidas de mano?

¡Me las pierdo siempre! Hubo una en Madrid y yo me la perdí, no la vi. Y mira que yo lo veo todo. Yo coloco el cañón y veo a todo el mundo, se donde está mi familia, la gente que conozco, lo veo todo. En todos mis conciertos el cañón está súper alto para que no me ciegue y poder ver, sino es como que no hay gente y yo tiro mucho del público. Me gusta ver caras, su lenguaje corporal porque sino ¡no sé qué necesitan!. Han venido para llevarse un gran show y si no les ves, cómo les vas a hacer un gran show.

A qué artista nunca habrías esperado conocer

A Tony Bennett, me encantó conocerlo, nunca me lo habría imaginado.

¿De qué te sientes más orgullosa?

De estar aquí, ahora, así. Me siento orgullosa de haber podido equilibrar, llegar a este lugar, no sabría poner las palabras perfectas para decirte en el donde, pero en este lugar de libertad, de liberación en el que me siento tranquila, me siento en paz, que tengo una gira a la vuelta de la esquina y que solo siento la emoción de que la voy a arrancar. Siento la presión de que tiene que molar pero estoy como segura de que va a molar.

Me encanta escuchar que después de tener una exigencia tan fuerte en la que incluso has padecido tengas esa emoción más disfrutona

Lo que siento es una emoción bonita, antes no. Antes eran nervios, presión, tiene que ser mejor que lo anterior, no porque si aquí hicimos esto… Ahora no. Ahora es vamos a hacer lo que nos dé la gana, ¿vale?. Vamos a gozar. Sin pesar de dónde venimos ni hacia dónde vamos, simplemente dónde estamos hoy. Y eso es lo máximo, y haberlo conseguido yo sola. ¿De qué me siento orgullosa de verdad? De estar ahora mismo aquí, así y con estas ganas, porque es difícil. La exigencia del perfeccionista es necesaria. Hay un punto en el que te das cuenta que lo vas a hacer igual de bien sin destrozarte a ti misma, eso mola más.

Dime una lección que te haya dado la vida y que le podrías inculcar a tu hija

Hay algo básico que son valores, el de la tolerancia, me parece que es el fundamental. El del amor, el no juzgar, el hacer tu vida, el no valorar o prejuzgar a los demás por la apariencia que tengan o el tipo de vida o lo que a ti te parezca que es. Tenemos mucha tendencia a poner muchos prejuicios a la gente, y eso creo que es dañino. La tolencia, creo que hay que ser tolerante, cuando hablo de tolerancia hablo en su forma más global, tolerante de no pises a una hormiga a cualquier persona que esté a tu lado, que sea tu vecina, tu amiga… puede ser como quiera ser y quien quiera ser, y por eso no va a ser mejor o peor persona, eso es fundamental pero no para mi hija sino para todas las generaciones venideras. En la diferencia está la maravilla.

¿Quién te ancla al suelo con tantos millones de fans? ¿A veces no se le va a uno la cabeza?

Yo creo que siempre ha estado todo muy claro en mi cabeza. Yo vengo de familia de artistas, de muy grandes artistas y de haberlos conocido y de haberlo vivido, yo creo que la pregunta sería al revés, ¿cómo lo haría si no me siguieran? Si no me pudiera subir a un escenario, si no pudiera seguir haciendo música. Para mí esa sería más la pregunta, siempre ha habido una separación natural por mi parte, de quién soy yo encima de un escenario, de ese empoderamiento, de ese endiosamiento se puede decir y quién eres cuando te baja. Mi equipo lo sabe, ellos te lo pueden decir, hay un abismo. Es muy divertido porque yo me subo al escenario y cuando me voy a subir estoy a 160 pulsaciones y cuando estoy arriba bajo, se me bajan las pulsaciones, es como mi hábitat, es como si sueltas a un pez en el mar y cuando me bajo es como -¿qué tal?, sí pero en tal tema, ¿lo habéis visto bien?- . Saber separar eso es fundamental porque todo hay que tenerlo en su sitio y tomárselo como es.

Cuáles son las sensaciones que tienes encima de un escenario

Es placer, no lo sé… (piensa) es placer, es que si te gusta cantar, si te gusta la música, esa adrenalina, no te lo sé explicar, no es yo me siento… es otra cosa, es algo inexplicable, es como si te saliese algo del estómago, es como si saliese de ti otra cosa, que solo la ves ahí.

Es que eres de las artistas que más se mueven, ¡no paras!

Bueno y este show ha sido como por favor… ¡necesito una balada! Aunque solo sea porque necesito respirar, va a ser un show muy cañero.

Has llorado cantando alguna de tus nuevas canciones

Por supuesto, con ‘Tejiendo Alas’. No la podía escribir, lloraba que no podía, luego la escuchaba y no podía escucharla, lloraba y lloraba. Tuve a la niña, se la intentaba poner y lloraba, el otro día me saltó porque encendí el coche y saltó, de estas cosas que a veces pasan que no sabes el motivo por el que ha salido y llevaba a la niña, digo la voy a dejar a ver qué hace, se quedó escuchándola y yo no lloré. Superado (risas).

Es que es muy especial…

Es que quería decirle, voy a estar aquí siempre, que no le tenga miedo a la vida, que yo el tiempo que esté con ella en esta vida, voy a estar, aunque esté en otro mundo, en otra ciudad, que yo voy a estar aquí abajo, esperando, que no le dé miedo, que tire, que voy a estar con mis manitas. Cómo le digo que no tengas miedo de nada que yo te voy a proteger, esa sensación de protección que es lo que todo ser humano necesita, saber que siempre va a ver alguien que esté para ti, para escuchar, para llorar, para hacerte un plato de macarrones o para taparte en la camita y traerte la medicina, lo que sea, para escucharte. Quiero ser esa madre.

Has creado un disco en pandemia y comienzas el tour en un mundo loco, el nivel emocional de la gente va a ser muy fuerte, ¿lo has pensado?

Yo creo que está todo el mundo deseando liberarse, deseando volver a vivir una vida normal, volver a un concierto a disfrutar, creo sinceramente que todos tenemos las mismas ganas de liberarnos ya de este encierro.

Entradas para la gira de Malú AQUÍ

Images: Mamen BG para Living Backstage.

Un comentario

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  1. Hacía mucho esperaba esta entrevista. No tenía dudas de que iba a ser así.
    Esa forma tan bonita q tenés Jara de escribir (y ahora también, de preguntar) dio como resultado una entrevista preciosa.
    Con contenido, profunda y respetuosa! Gracias ♥

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