Empezar esta columna afirmando que la gente se ha vuelto un poco loca es algo así como un lunes sin café. Directa, con sentido y a la vez sin. Hace poco leía una frase de Woddy Allen bastante buena ‘un hipócrita es alguien que escribe un libro sobre ateísmo y luego reza para que se venda’. Maravilla universal Woddy Allen.
Estas semanas atrás he pensado mucho sobre los distintos tipos de personas y en una de mis quedadas semanales con mis amigas hemos llegado a la misma conclusión que días atrás había llegado yo misma.
Solemos quedar en el bar más cutre del barrio de Salamanca, por aquello de que somos muy de contrastes. No es un sitio instagrameable pero entramos y los camareros ya nos conocen, lo resalto porque no es algo que suceda en Madrid, donde cada vez vamos todos más a nuestro aire. Me ponen la misma caña con limón que se me sube a la cabeza como todas las semanas y acabamos resolviendo los problemas del mundo, aderezado con unas tapas ‘made in País Vasco’, ósea, de arte.
‘La gente está loca’, espeté yo irrumpiendo el silencio que producen los viernes después del trabajo. A veces pienso que ir a un sitio que las sillas tengan respaldo cuando acabas la semana es un sitio que merece la pena volver. Esta vez llegamos a deshora y nos tocó estar de pie apoyadas en la barra. Una barra de estructura fuerte que no sólo aguanta a los clientes sino las conversaciones de los mismos que a veces es incluso peor.
Cuando pensé que me iban a preguntar por qué dices eso, llegó la respuesta. ‘Totalmente de acuerdo, aunque también hay mucha gente buena, esto es como el telediario, hay noticias buenas pero no las sacan nunca’.
Personalmente y siendo periodista confirmo que hace tiempo que dejé de ver el telediario. No lo soporto. Sólo dan noticias malas y no, no es una frase manida por no querer ver lo que sucede en el mundo, es que no puedo soportar todo lo que nos inculcan como noticia.
Uno de mis motivos de mi salida de informativos fue precisamente por eso, llegaba un porcentaje bastante elevado de noticias malas y ese fue un punto negativo a la hora de hacer la lista de pros y contras. No el único está claro, pero sí uno que te taladraba la existencia. Fui muy feliz en esa época pero la balanza ganó por el punto de hacer cosas nuevas y lazarse a proyectos propios.
No me gustaría hablar de una sociedad ‘basura’ porque soy una persona que le gusta ver el lado bueno de las cosas pero sí una sociedad que en cierta manera empeora en muchas cosas. Cuando empecé a conducir lo hice en la jungla de Madrid y nunca vi las peleas por un mísero aparcamiento que veo ahora, la gente es capaz de pegarse por un agujero en la tierra donde dejar su coche.
Pasa lo mismo en cualquier ámbito, la gente es bastante hipócrita y un día dicen rojo y al siguiente negro. Tú no comprendes nada y encima pretenden que lo entiendas mientras intentas no pasarte de cabeza. Podríamos decir que la gente está tan exaltada que los demás pagan las consecuencias.
Me gusta la frase de Woddy Allen porque hay que tener la suficiente personalidad y ubicar la raíz en un sitio seguro para no dejarte arrastrar por la masa. Saber quién eres y no saltar al vacío de lo vacío. Que pese a ir en contra, te mantengas fiel porque no hay nada más feo que faltarte al respeto.
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