Antena 3 estrena la cuarta edición de ‘El Desafío’. El programa presentado por Roberto Leal regresa tras triunfar en su anterior edición, coronándose como líder absoluto en la noche de los viernes.
Entre sus concursantes un gran veterano de la pequeña pantalla, Pepe Navarro. Es uno de los presentadores más míticos de televisión y ha presentado algunos de los formatos de más éxito de nuestro país y ahora afronta un nuevo reto en este medio, muy distinto a todos los que ha superado hasta ahora. Con él hemos charlado durante la rueda de prensa del exitoso formato de Atresmedia para que nos cuente como ha vivido esta experiencia y alguna de sus lecciones magistrales como referente televisivo.
Pepe, ¿cómo ha sido tu experiencia en El Desafío?
Para mí ha sido una experiencia única el hecho de que cada semana tienes un reto nuevo lo que supone aprendizaje, entretenimiento, pasión… la verdad que es muy estimulante. Es más, a la semana siguiente todos hablamos; ¿oye porque no hacemos entre nosotros un desafío para entretenernos?. La verdad que la experiencia ha sido muy buena. Yo no esperaba, bueno esperaba que todo fuese bien porque la productora que hace el programa tiene experiencia pero ese nivel de implicación no me lo esperaba, de emoción y emotividad que han conseguido en nosotros, no solo los que estábamos delante de la cámara sino detrás de ella. Se emocionaban con nosotros, a veces los mirabas y estaba también llorando, fíjate que estoy diciendo llorando que es una máxima emoción, igual que nos hemos reído mucho también.
Has salido de tu zona de confort, ¿por qué aceptaste?
En mi caso siempre me he dedicado al entretenimiento, una vertiente es el periodismo pero yo me considero un entretenedor entonces muchas de las cosas que se han hecho ahí, no exactamente esas pero digamos que con el mismo espíritu he hecho mis programas, cuando hacía la mañana o cuando hacía ‘Esta noche cruzamos el Mississippi’ o cualquiera de los otros programas que haya podido hacer. Para mí era profundizar más en el entretenimiento y después me he encontrado con una gran sorpresa y es que ha sido mucho más que eso, no solo entretener, no ha sido solo ser profesional para el espectador sino que después tú mismo te has encontrado en una situación en la que has disfrutado como nadie, para mí ha sido una muy agradable sorpresa y una experiencia única que va más allá de lo meramente profesional.
¿Cómo afrontaste la recta final del programa después de toda esa adrenalina?
La última semana hay una prueba final, no eres consciente, eres consciente al día siguiente cuando ya no hay más pruebas, hay una especie de vacío porque han sido tres meses de una intensidad emocional muy grande y de esfuerzo permanente, todo eso es como si nos hubiésemos convertido en adictos a la pasión y a la emoción.
Como gran veterano de la televisión, ¿cómo ves la televisión actual?
La televisión necesita contenidos y contenidos atractivos entonces hemos tenido una experiencia con Telecinco que es lamentable todo lo que han hecho a lo largo de 20 años y llega un momento que la gente se satura. Posiblemente Antena 3 tampoco hacia la programación adecuada para competir o para sacarle alguna ventaja, con el tiempo ha ido acumulando programas que de una forma atómica iban aparecido y de golpe y porrazo se ha encontrado con un grupo de buenos programas y esos buenos programas han barrido la porquería que se hacía en Telecinco con el respeto a algunos de los profesionales de Telecinco, estoy hablando del concepto general de lo que se hace en Telecinco, entonces, ¿qué ha pasado? que Antena 3 empieza a hacer programas que la gente empieza a valorar, de hecho por ejemplo este programa lo ven 4 millones de personas, El Hormiguero también no sé cuántos millones… en cuanto hay buen contenido la gente mira la televisión porque la gente quiere entretenerse pero quiere ver buen contenido.
Lo que ha dado Telecinco en el último tiempo era lo más bajo del ser humano, lo más ruin del ser humano es lo que se está sacando permanentemente en esas pantallas. La gente llega un momento que se harta y espera cosas nuevas y yo creo que hay programas que si hay contenido la gente lo irá a ver. Nosotros cuando hicimos ‘Esta noche cruzamos el Mississippi’ había un nivel de audiencia y aumentamos la gente que veía el programa por la noche, varios millones, la gente cuando quería entretenerse se sentaba frente a la televisión y es lo que le falta a la tele, que haya contenidos.
De qué estamos peleando, ¿internet qué es?; contenidos, ¿la televisión qué es?; contenidos. Pero contenidos que la gente pueda valorar, se pueda entretener, los contenidos en internet posiblemente son muy distintos a los de la televisión porque en la televisión tienen que ser contenidos permanentes y de cierta extensión e internet es más digamos, más leves, más píldora. Yo creo que la televisión sigue teniendo su hueco, le ha salido un competidor muy duro y fuerte que es internet, pero sigue teniendo su hueco primero porque tiene medios y segundo porque hay mucho talento, tercero porque hay grandes profesionales y tiene que empezar a moverse. Es igual que el fútbol, Europa tiene que empezar a moverse, hacer cosas nuevas porque mira los árabes lo que están haciendo, los americanos, están ya metiéndose en un mercado que si tú no estás preparado para competir, ese mercado te va a absorber o te va a hacer desaparecer. Entonces la televisión yo lo que creo es que tiene que buscar contenidos y el contenido se consigue con seres humanos que hablan y comunican, la base de la televisión es la comunicación y si no hay comunicación no hay televisión, es algo tan simple como un humano que le habla a otro ser humano, le mira a los ojos y le cuenta una historia que puede ser creíble o puede no ser creíble, de eso depende también que siga o no siga.
¿Por qué los programas tienen una necesidad de hacer partícipes a rostros conocidos para que funcionen?
Es un atractivo en principio, vernos hacer el tonto o ver alguna historia pues tiene su gracia, si te dicen va a venir Pedro Sánchez y va a hacer de trapecista pues dices oye… lo voy a ver, aunque ya lo hace normalmente pero yo creo que es algo que funciona. De todas formas si después ese famoso no responde a las expectativas del espectador la gente se va, porque la gente está en su casa, tiene un mando, le importa un pito que sea famoso, si a los tres minutos no está contando algo interesante cambia, no tiene ningún deber con esa persona ni ninguna obligación. Si este famoso cumple con los requisitos lo va a seguir pero por el hecho de que haya un famoso no garantiza nada, ese famoso tiene que entregarse y es lo que pasa en este programa, todos nos entregamos, todos nos lo tomamos como algo personal e insisto una cosa muy bonita es que no competíamos contra nosotros, nunca, al revés, te alegrabas.
¿Te gustaría hacer algún programa que demandes y no lo veas ahora mismo en pantalla?
No, yo hace mucho tiempo que no pienso en eso, además en la televisión como en la vida misma, son tantos los proyectos que pones en marcha y de los 100 que pones en marcha sale uno y a todos les has puesto el mismo entusiasmo, te habrá pasado a ti, que al final sale algo que se le parece… entonces a fuerza de mucho tiempo de estar, no fracasando sino intentándolo, ya no quieres hacer nada o no tienes nada en mente si no te lo piden. Hay que hacer un programa a tal hora, entonces vale, vamos a darle una vuelta pero ya pensar en vacío no, hace mucho tiempo que no.
¿Qué echas en falta?
Lo que echo en falta en España, creo que es una de las cosas importantes para normalizar la televisión, son las personalidades, en Estados Unidos, para mi la televisión más profesional que existe y por eso la he cogido siempre como patrón profesional, las cadenas de televisión están estructuradas en función de cuatro nombres, el que hace la mañana, telediario y algún que otro nombre y son reconocidas por eso, después puede venir esta serie o lo que sea pero lo que es fundamental es que se estructura sobre unas personalidades que le dan personalidad a la cadena. Porque no olvidemos que lo que trasmite personalidad es un ser humano pero la estructuración final tiene que basarse en la esencia de la comunicación, los seres humanos. Podemos poner un robot pero quien comunica es un ser humano, lo que transmite son sentimientos, emociones y en tu casa lo que puedes es aceptar o rechazar. Lo que pienso sinceramente es que hasta que las televisiones no se tomen en serio y empiecen a estructurar su programación en base a eso es muy difícil. Que empiecen a tomarse en serio lo que es una televisión.
Images: Cortesía Atresmedia.
