María Parrado acaba de lanzar su último single, ‘Calcetines’, preludio del que será su nuevo disco.
He quedado con ella en el mítico Café Comercial de Madrid, un local lleno de intelectuales, aquí se congregan personas de todas las ramas del arte y viandantes curiosos, normalmente impulsados por la historia, un local sin duda con solera.
Abro la puerta y unas mesas más allá me topo con Lola índigo, con ella se detiene María cuando entra, la saluda y se dirige a mí con la ilusión de tener un single en la calle hace escasas horas.
“Este single surgió porque uno de los compositores tenía un tema que se llama ‘Zumito’ y pensé que me apetecía tener una canción con un nombre un poco random y dije, ¡calcetines!. A partir de ahí construimos la historia.”
Me decían pero con calcetines, ¿qué contamos? Y es que hay muchas veces que forzamos a crear un vinculo con una persona que tú dices, ‘para qué’, si somos dos calcetines sueltos que no tenemos nada que ver, y ya me pareció la historia perfecta, hay mucha gente que se puede sentir identificada.”
María ya tiene listo el disco, de hecho la fecha inicial fue modificada, la ilusión se le nota en las maneras, puede ser porque es el primero en el que ella esté como compositora.
“El disco sale el 4 de febrero y tiene 10 temas, los he compuesto con compositores como Andrés Suárez, Funambulista, Gonzalo Hermida… un montón, han sido dos años súper bonitos porque he aprendido mucho de cada uno.”
Sus temas, como el de otros muchos artistas, están compuestos bajo el paraguas de la pandemia, un aluvión de emociones que también le sirvió para innovar.
“Uno de los temas lo compuse en pandemia por videollamada, fue súper curioso, era extraño pero me hacía menos toda la situación.”
Gaditana de nacimiento, la artista ha dado un giro radical a su vida, se ha cogido las maletas y la capital la ha recibido con los brazos abiertos. Sabe que en Madrid es más sencillo mantener las oportunidades soñadas.
No lo ha hecho sola, algunas amigas le acompañan en el viaje pero a sus veinte años María tiene las ideas claras, la mente despierta y una madurez que arrasa sin llevarse a nadie por delante. La buena educación que le han dado en su casa sale a relucir en la entrevista. María es dulzura, saber estar y no se distrae de su objetivo.
“Hace tres años años que no saco música, para mí vivir en Madrid ha sido un cambio brutal. Antes me llegaban temas de Vanesa Martín, Luis Fonsi y yo solo me dedicaba a decir; ok, esta canción la canto. Era solo intérprete pero ahora al componer siento que estoy dejando un pedacito de mí y si yo no siento lo que canto, no se ve la verdad de un artista.”
“También estoy estudiando interpretación y estoy muy contenta, no quería perder la formación, estoy muy centrada en la música pero no descarto esto tampoco, me ha ayudado a conocerme muchísimo, me parece como terapia, conocer tus puntos fuertes y tus puntos débiles.
Este verano tuve un punto de inflexión grande, la publicidad y el marketing también me gusta y también lo estoy estudiando, por las mañanas estoy con las clases on line, estoy aprendiendo a producir, me pongo en casa con el piano… esos son mis días, soy muy de estar en casa, soy muy casera, sobre todo ahora en invierno, me quedo en casa con mi pijama.”
Mientras le da un sorbo a su café le pregunto por sus inicios, María empezó su trayectoria en la televisión en el programa de Juan y Medio de Canal Sur, ‘Menuda Noche’. Sus ojos denotan que esa etapa fue tremendamente especial.
“Empecé con ocho años en Menuda Noche, me hice un máster en música, en tele ¡en todo! (ríe). Igual tiene sus inconvenientes empezar tan pequeña pero yo no he tenido ninguno porque iba a jugar, me trataban genial, era como una familia. Es muy importante tu familia, como tengas la cabeza de amueblada. He cantado con Pablo Alborán, con Pitingo, con Pasión Vega, con tantos artistas que ahora lo pienso y digo; con ocho o nueve años ha sido un regalo.”
Me asombra su trayectoria, su templanza aprendida y entiendo que no pueda ver (en condiciones) ‘La Voz’, el programa que la lanzó al mundo con el que ella soñaba.
“Estoy en ese momento de echar la vista atrás y decir, es que he vivido cosas muy fuertes que no he sido consciente y lo estoy siendo ahora, de lo difícil que es esto, lo rápida que va la música porque yo hace tres años dejé la industria de una manera totalmente diferente a como está ahora, me da cierto miedo, hay que reunir muchas cosas y es muy difícil.
Los discos ya no funcionan y la esencia para mí de un artista es un disco, recoge todo. Confío en que en unos años la industria vuelva a regularse un poco y vuelva ese cariño por los discos y la carrera de los artistas.”
Le pregunto si alguna vez se ha visto obligada a algo y María responde sincera; “Nunca me he sentido obligada a nada, las colaboraciones que tengo cuadran mucho con mi estilo, Antonio José, Cepeda, las dos que voy a tener en este disco creo que tienen mucha coherencia pero es verdad que estamos en un época que la música ha cambiado tanto que no estaría con una mente cerradísima de colaborar con tal persona porque me puede aportar cosas, igual que yo a la otra persona. Arriesgar, innovar, yo creo que lo estamos haciendo todos.”
Me pienso varias veces si preguntarle sobre ‘La Voz’ porque María tiene los valores de esa niña pero se ha convertido en una mujer adulta que lucha por abrirse camino en el mundo al que ha estado ligada desde pequeña.
“Hace poco entramos en un debate sobre todos los artistas que salimos de un talent, como que no le debemos nada a ese programa y yo decía que sí, si yo no fuese por La Voz, a lo mejor hubiese llegado, no lo sé, por lo menos lo hubiese intentado pero fue un trampolín y gracias a eso yo me dedico a lo que me dedico.
Fue un punto importante en mi vida que yo no tengo porque decir, -no, yo a ‘La Voz’ no le debo nada-, pues no, yo a ‘La Voz’ le debo el 90% pero es verdad que cuando lo emiten no me gusta verlo, porque me pongo nerviosa ¡y me encanta!, pero no puedo porque me pongo nerviosa, me traslada y me ataca.
En ‘La Voz’ yo venía de ‘Menuda Noche’ y no era concurso. Iba cada semana, era un formato muy blanco, cantaba con artistas, muy de compañeros. De ahí pasé a ‘La Voz’. No tiene nada que ver, es un formato más bien formado para adultos, el plató impone, los coaches pueden no darse la vuelta y yo tenía 11 años. Recuerdo las audiciones de pasarlo muy mal, porque yo soy una persona muy sensible, sabía que a la mínima iba a llorar, ya no son los nervios sino las emociones que me desbordaban.
Yo fui la última de toda la edición, se dio la vuelta Malú pero me estaban viendo Bisbal y Rosario que ya estaban girados y yo que era súper fan de Malú, yo me quería ir a su equipo, entonces más nerviosa todavía. Fue una experiencia muy bonita.”
No sé si consejo pero seguro que Malú te diría algo, aunque fuese por empatía, ella empezó también muy jovencita…
“Malú siempre me decía -este mundo es muy difícil, tienes que tener los pies en la tierra- y yo a lo mejor con esa edad decía pero, ¿por qué me dice esto? Ahora lo entiendo perfectamente. El mundo del arte tiene cosas muy bonitas pero también hay cosas muy duras porque la gente no ve el cansancio que hay detrás de un artista, de tantísimos viajes, la industria, preparar un lanzamiento, hay muchas cosas que la gente no se imagina y yo cada vez me estoy dando más cuenta que es muy difícil ser mujer en este mundo.”
Explícame eso…
“Yo salí con 14 años y la gente no asimila que he crecido y que los años pasan y soy una mujer, tengo 20 años. Se junta que soy mujer y que siguen creyendo que soy la niña que salí en ese programa.
Es duro y tengo que pelearlo, si yo fuese un hombre lo tendría mucho más fácil. Y hay gente que todavía piensa que está todo conseguido y eso que a raíz de Operación Triunfo ha cambiado la cosa. Está Aitana, Ana Guerra, Lola Índigo… pero nos queda por luchar muchísimo todavía.
El discurso de Lola Índigo en los Premios Dial fue increíble y luego no hablemos de la edad, que llega un momento en el que se ha agotado tu tiempo. Sigue Serrat y Sabina y no hay ningún tipo de problema, podía ser así con las mujeres también.”
Empezó muy pequeña, ha dejado atrás las playas de Cádiz, ha cambiado el atardecer de La Barrosa por un piso en la capital, en su cabeza revolotean los mismos sueños, ya no es una niña, eso me ha quedado claro, al revés, impresiona su madurez. Acaba de lanzar ‘Calcetines’, porque sabe que los cuentos no son perfectos y en febrero su nuevo disco verá la luz.
Me confiesa que le encantaría sacar un dueto con Pablo Alborán, Pablo López o Luis Fonsi. También con Coldplay, quién sabe, el talento de María es inmenso pero sobre todo tiene dos cosas vitales sinónimo de éxito, a parte de su especial voz; una sensibilidad extrema y una constancia abrumadora.
Images: RTVE, RR.SS María Parrado, Mediaset, Cortesía Universal Music.
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