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Crónica: Carlos Rivera, así fue el apoteósico cierre de su gira #YoCreoTour en España

Hace poco leía un artículo sobre los conciertos y la felicidad. Un estudio desvelaba cómo la música está implicada en la regulación emocional. Anoche el cantante mexicano Carlos Rivera revolvía nuestras emociones y nos hacía pasar por todos los estados del bienestar.

Ya les aseguro yo que todos eran por prescripción obligatoria. Porque debería ser obligatorio ver por una vez en la vida a un cantante que nos regala un viaje con peaje en todos los rincones que nuestra memoria alcanza a definir como imborrables. Confieso que me tuve que leer las instrucciones, antes de que él mismo montara el show que acogió la última noche en España de su #YoCreoTour en el antiguo Palacio de Deportes de Madrid, cuyo nombre es tan complicado como poner palabras al fin de fiesta de Carlos Rivera en nuestro país.

Tuve que leerlas porque no es justo quedarse en la base cuando el fondo tiene tanto de forma. El éxito en nuestro país le llegó en la Gran Vía de Madrid. En medio de la jungla de la arteria principal de la capital rugió con el musical ‘El Rey León’. Su voz se la cedió a Simba para más tarde colarse en los hogares españoles de la mano de Malú como co-coach en el programa de Telecinco ‘La Voz’.

Vimos su carismática personalidad y su magnetismo, la televisión te puede llegar a desnudar según que aspectos que hace que quieras más y el público español quería descubrir que había detrás de ese rugir y ese bello rostro. Canciones que tendían a un amor infinito, el eterno romanticismo, un panamericano adaptado a los nuevos tiempos sonoros y con una proyección mediática que ya era imparable.

Con una producción y un repertorio diseñados expresamente para la ocasión, el mexicano se presentó como un ciclón de la emoción. Una devastadora noche como broche, tras 12 shows en nuestro país y más de 70 por el mundo demostrando que lo suyo no es efímero sino puro. ‘Yo creo’ se hace pasado, hacia un futuro de afirmación. No tenemos la más mínima duda cuando nuestra alma se anuda de la forma que lo hizo ayer. Y de las miles de personas que fueron testigo de ese ‘sólo tú y yo conocemos la historia, porque tú y yo la escribimos’. Sigamos escribiendo la de Carlos Rivera, para que nuestro país le vuelva a acoger como ayer hizo Madrid. Donde amigos como Rozalén, Marta Sánchez, Antonio José, India Martínez o Fela Domínguez arroparon al cantante en su concierto más brillante.

Un escenario adaptado, un cuerpo de baile con atuendo de la cultura popular mejicana haciendo guiños de color a la bandera española, una camiseta de la selección y varios vencedores en una noche de pura emoción. Carlos Rivera tiene el mejor lema internacional que existe y anoche lo gritó varias veces, ‘benditos sean los locos y su locura, que nunca te digan que no puedes’. 

Este país le espera, para corear su lemas, para compartir sus temas y rompernos de nuevo… todos los esquemas.

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Image: Sony Music, Living Backstage

 

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