Carlos Rivera acaba de cerrar su gira española en el antiguo Palacio de los Deportes de Madrid. Guerra Tour le ha llevado por varias ciudades de nuestro país con un gran éxito durante estos días y esta noche pasada ponía el broche de oro en la capital.
Una ciudad, Madrid y un país, España, que le ha dado mucho tal y como él se ha encargado de afirmar sobre el escenario. No es la primera vez que lo hace, de hecho siempre que viene deja claro que muchos de sus sueños se han cumplido en suelo patrio.
Carlos Rivera dejó a Simba, hará unos seis años en la Gran Vía de Madrid. En medio de la jungla de la arteria principal de la capital rugió con el musical ‘El Rey León’ y más tarde se coló en los hogares españoles de la mano de Malú como co-coach en el programa de ‘La Voz’.
Quizás ese epicentro tan concurrido pronosticaría el éxito de masas que ahora profesa. Ahora vuela solo, con miles de personas que le hacen los coros, no vean que despliegue de corazones con todas sus versiones.
No se dejó ni una, estaba atenta hasta la luna. Recala siempre en algo universal y la gente se muestra tal cual. Su ritmo es el sentimiento y a partir de ahí va rompiendo la membrana hasta que llega y te sana.
Es difícil explicar, lo que te hace sollozar. Se encala, como una bala, de una guerra que desde el principio la tiene ganada. Ojalá las guerras las empezara él y la libertad la gritásemos todos.
La escenografía imponente, ¡cómo coloreaba la mente!. Colosal, todo tiende a que en la mente sea viral. Porque siempre se regresa a la desnudez en la que no sales ilesa.
Este concierto será la noria de los momentos en los que necesitemos aliento, él se encargó de recordar tantas cosas sinceras que todos lo agradecemos de veras…
Repasa todo, no se deja nada y hasta se acompaña de gente que las gafas te empaña. Vanesa Martín, Rosana, Gerónimo Rauch o Cristina Ramos con los que también brindamos.
De rostro bello, desgarrador de corazones y qué decir de sus acciones. ‘¿Tú cómo sigues?’ Se escuchaba en la grada. ‘Yo en el suelo’.
No cojas ese vuelo. Quizá sea la frase que más se repita en los aeropuertos cuando alguien importa de verdad. Nos llenaste la pista de despegue de sueños y quisimos tu humildad porque cantas en la terminal que más emociones transita.
Sí, Carlos Rivera ya vuela por cuenta propia pero jamás ajeno, a lo que ya… no tiene freno.
Image: Portada Sony Music.
Videos y fotos se pueden consultar en las RR.SS de LIVING BACKSTAGE
