Tener que defender un físico en el siglo XXI es asombroso, a causa de gente que escupe sus miserias como indómitas de rebaño para vaciar su psico como terapia en cualquier red social. Volcar frustración contra los demás nunca salió tan barato.
Hemos entrado en una espiral sin escudo donde la única salida es buscar la racionalidad en la compasión. Hablo de Berta Vázquez, la actriz que tras pasar por la alfombra de Los Goya con un aparente cambio físico, ha tenido que lidiar con los dardos (y los petardos).
También los ha habido de cariño, para los que pensamos que las superficialidades pertenecen a la caverna y que detrás de cada persona hay una historia. Pero las reivindicaciones en Los Goya no se quedan ahí. Hay quien pasa por la alfombra y esquiva balas y hay quien directamente no las vio venir.
La actriz Ana Fernández ha expresado en Instagram su malestar con la organización de la gala. La misma que le dijo adelante pero que al traductor salía frustrante. Ana no lució modelo bajo foco (que se abstengan los frívolos porque el trasfondo no es una rabieta) ni tampoco salía en las primeras páginas (bueno es que a un actor se le vea, recordemos el tanto por ciento ínfimo de la profesión que alcanza su sueño en la interpretación) ni siquiera en las mejor vestidas porque no estaba, al menos, en el punto correcto.
Según cuenta la actriz no se les dejó posar ni tampoco entrar, a ella y a varios compañeros de profesión, se les llevo a una sala patrocinada, con bebidas y # para postear en Instagram (por mí te vieron) y miéntele a todos tus seguidores. Ya lo decía Maluma, pero claro, igual no se dieron cuenta que Instagram, vuelve a no ser, un reflejo de la realidad.
¿Por qué no pasa una actriz tan reconocida por la alfombra roja? Ella comenta una serie de excusas desde la organización que no valieron para calmar la incomprensión y la pregunta que también me hago es, ¿porque hay compañeros de profesión que no tienen nada en agenda y sin embargo nunca se les ve en la gala teniendo películas en cartelera? ¿acaso también están allí? ¿nadie les ha llamado? ¿cuáles son los varemos con los que se juega? ¿qué clase de malentendido hay en la reivindicación de Ana? ¿Se han convertido los influencers pagados por las marcas en los nuevos difusores de contenido en una gala del cine?
La vida es un constante juego de equilibrio con el raciocinio. El juego de la silla también es de la caverna, hace poco se habló de lo denigrante que podría ser para un niño como filosofía de vida, te quedas sin silla, te vas. No sé cómo se arregla el trasfondo ni me corresponde arreglarlo, sirvan estas palabras de apoyo a todos los profesionales que luchan cada día por cumplir su sueño en la pequeña pantalla, que nos distraen, nos alegran, nos evaden de la realidad e incluso muchos nos hacen soñar con grandes historias. Ana, no pasaste por la alfombra pero pasas por los corazones de toda esa gente que quiere verse reflejada en el esfuerzo, gracias por todas esas aventuras que nos desarrollan la imaginación y nos dan alas para pensar.
Images: Instagram @anafdz1989 (Por Andrés G. Luján)