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Ágatha Ruiz de la Prada pone a bailar a la pasarela con su desfile más ‘reivindicativo’

Con una colección capaz de hacer a la mismísima Yayoi Kusama flipar en colores, Ágatha Ruiz de la Prada vuelve a la pasarela pisando fuerte y apostando por el lunar como gran protagonista de su pasarela, entre muchos otros protagonistas.

El desfile desvela su nueva licencia de cascos de motos agathizados con NZI Helmets. El casco, una bola casi perfecta que se mueve por toda la ciudad sobre la cabeza de diversos motoristas, es el vehículo ideal para sus diseños alegremente irreverentes (o irreverentemente alegres) convirtiéndolos en objetos de arte Pop con ambiciones más elevadas que simplemente proteger contra caídas.

Los lunares pronto se apoderarán del desfile, apareciendo en estampados de algodón entre sus prendas comerciales y en polipiel de peluche, en polipiel acolchada, en neoprenos de color neón, en popelín, en algodón, en jersey de algodón y en pana entre sus prendas de taller, aquí incluso llegaran a envalentonarse y a coger volumen, convirtiéndose en bolitas de colores bordadas sobre algunas prendas. Uno de los abrigos de polipiel de peluche es directamente un lunar gigantesco, andante sobre las patitas del portador del abrigo.

Los icónicos clásicos de la marca, el corazón, la flor y la estrella también se unirán a la pasarela, entre rayas multicolores, dibujos geométricos y matices de grafiti. Como siempre, nada será lo que uno espera, por mucho que se recuperen diseños históricos de la marca, como el chaleco agathísta tan aclamado en los años 80, o el vestido gallo, formado con pequeños trocitos de tela reciclados. El vestido gallo se verá sublimado en una apoteosis de tiras de organza de colores superpuestas con la infinita paciencia de sus modistas, quien también han apostado por vestidos Rothko en telas transparente y en lentejuelas, a la vez que en juegos con lazos de organza en distintos tamaños para las agathístas más refinadas.

El patch-work y la experimentación con patrones continua en el centro de su filosofía creativa, al igual que la curiosidad por técnicas ancestrales como la de los Telares Lencas, telas elaboradas a mano por mujeres hondureñas, con las que aseguran desde la marca ha sido un auténtico privilegio trabajar. Un conjunto de Vichy turquesa con detalles de patch-work multicolores, listo para una apariencia en el episodio de Los Jetsons de nuestros sueños, sale de esta increíble colaboración.

También han colaborado con Morena Corazón, una marca de bisutería lanzada por la mexicana Sofia Berlanga, quien toma inspiración de la aparición fantasmagórica de Hedy Lemarr en Una Chica Ziegfeld (1941) y corona a sus modelos con delicadas diademas decoradas con besos y corazones, pequeñas joyas que también cuelgan de varios abrigos y faldas especialmente confeccionadas para la ocasión.

Marcelo Mellino pone la música al desfile. Ha creado una canción especialmente para su show que es una declaración de intenciones y actitudes. Mellino es un joven cantante de Gran Canaria de música urbana, reggaeton, EDM, trap… En los cinco años que lleva dedicado a la música en cuerpo y alma ha sido telonero de muchos de los grandes, Raw Alejandro, Rosalía, Sebastián Yatra… y es un gran amigo de la casa. “¡Que la música no pare!… ni nosotros de disfrutarla día a día”, (ese es su lema).

Images: Cortesía IFEMA

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