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Una noche en la Embajada

¡Buenos días! Acabo de llegar de los Premios Elle Gourmet y sí, aún estoy en fase de recomposición de la boda y ya me he metido en otra fiesta. Y qué fiesta. Llevan tres años entregando los Elle Gourmet Awards y os puedo asegurar que ir es de las cosas que más me gustan de todo el año.

Me hace una ilusión especial. No pretendo ser ‘pelota’ para nada, quien me conoce sabe que digo las cosas de corazón, pero Hearst es un grupo de comunicación que me tiene fascinada. Por lo amables que son, el valor humano por encima de todo, porque siempre que tienes algo que pedir-solicitar, siempre están ahí para ti, porque son atentos y obvio porque su trabajo lo admiro profundamente.

Porque como periodista valoro la calidad de contenidos y por supuesto el afortunado grupo de personas que trabajan ahí. Porque igual no se han dado cuenta, o sí, pero son afortunados. Y yo también lo fui ayer cuando acudí a cubrir los Premios de la revista gourmet por excelencia, Amo la revista Elle y que tenga una dedicada a la comida, qué os puedo decir… ¡Me fascinan su contenidos! Y además es perfecta para ayudarme a buscar sitios top para comer con amigos.

En la Embajada de Italia, bajo un cielo precioso rasgado para dar paso a la noche, una decoración digna del recuerdo y un ambiente maravilloso con gente que aprecia los detalles. Porque dar una fiesta en la embajada con ese despliegue de buen hacer sólo está a la altura del que aprecia las cosas bonitas de la vida. Un montón de rostros conocidos, un catering riquísimo, unos merecidos galardones… todo eso os lo cuento en las noticias ahora sólo quería que vierais esa parte más personal que me gusta enseñaos.

No sé si haré lo correcto al sacarlo de las noticias, no creo que pase nada pero os tenía que contar lo que sentí y en ese apartado no puedo. Lo que sí puedo es dar las gracias porque los grandes momentos trabajando, muchos, gran parte de ellos, los recuerdo al lado de Elle. Tampoco se me olvida la fiesta aniversario en la que además encontré a un montón de compañeros y amigos.

Gracias por dejarme vivir la vida de los detalles, del esfuerzo, del talento y además poder contarlo. Ojalá llegue la emoción con la que lo viví. Aún me acuerdo el año pasado cuando me refugié de la lluvia con Gema Veiga, Jefa de cultura de la revista. Tantos años leyendo sus entrevistas y no le ponía cara. El secreto estaba en su pasión por la vida, ahí es cuando lo entendí todo. Este año la lluvia dio tregua hasta el alba y disfrutamos de una noche de verano que os cuento con detalle en las noticias. No dejéis de verlo, merece la pena. Mil besos en el corazón, mañana más.

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